La prohibición del reconocimiento facial por parte de la policía en ciudades como San Francisco fue vista como un logro para la protección de la privacidad. Sin embargo, ha surgido una nueva tecnología que, sin escanear caras, ofrece un seguimiento preciso de las personas, generando polémica.
Identificación sin análisis facial. Conocida como Track, esta herramienta fue creada por Veritone, una empresa dedicada a la inteligencia artificial para el análisis de vídeos. A diferencia de los métodos tradicionales, Track identifica a los individuos usando características como tipo de cuerpo, color y estilo del cabello, vestimenta, accesorios y calzado. El algoritmo también toma en cuenta el tono de piel, aunque Veritone afirma que no busca individuos específicamente por este criterio. Con estos datos, el sistema puede trazar la trayectoria de una persona a través de diversas situaciones y fuentes de vídeo.
Una tecnología ya en uso. Veritone informa que más de 400 clientes en Estados Unidos, incluidos cuerpos de policía, universidades y empresas, ya han adoptado esta tecnología. Entre estos se incluyen fiscales federales del Departamento de Justicia, quienes empezaron a utilizar Track en agosto de 2024. Esta herramienta está disponible mediante servicios en la nube como Amazon Web Services y Microsoft Azure, integrándose en el ecosistema de análisis forense digital de la compañía.
Una herramienta en constante desarrollo. En la actualidad, Track se utiliza con vídeos previamente grabados, como los de cámaras corporales, drones, y otros contenidos públicos o ciudadanos. Veritone asegura que pronto será posible analizar transmisiones en directo, lo que permitiría una vigilancia en tiempo real sin depender del reconocimiento facial.
Eludir el anonimato: un desafío creciente. Anteriormente, los sistemas de reconocimiento facial podían evitarse con trucos como peinados distintos, gafas grandes o maquillaje. No obstante, Track opera de manera diferente. Sin depender del rostro, utiliza patrones visuales generales, permitiendo seguir a un sujeto a través de varios vídeos basándose en su complexión y vestimenta. Aunque necesita un inicio marcado manualmente, cuestiona las tácticas clásicas para evitar ser detectado.
Implicaciones para la privacidad. Esta tecnología no se vale de datos biométricos tradicionales, como caras o huellas, pero sí de atributos físicos recurrentes. Según MIT Technology Review, la ACLU, una organización de derechos civiles en EE.UU., advierte que herramientas como Track podrían expandir enormemente la capacidad de vigilancia. Especialistas en derechos digitales alertan que este tipo de rastreo podría asemejarse en funcionalidad al reconocimiento facial.
Una alternativa que desafía la regulación vigente. Dado que Track no emplea características biométricas convencionales, muchas de las leyes sobre reconocimiento facial no le son aplicables. Esto no implica una reducción en vigilancia, sino una operación desde un enfoque técnico menos regulado. Así, la herramienta permanece en un área gris, proporcionando vigilancia avanzada que roza los efectos del reconocimiento facial automatizado.
Imágenes | Xataka con xAI | Alex Knight
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