En noviembre, expertos ya advertÃan que, a menos que ocurriera algo inesperado, 2024 serÃa el año más cálido desde que existen registros confiables de temperatura global (desde mediados del siglo XIX) y el primero en superar el lÃmite simbólico de 1,5º Celsius por encima de los niveles preindustriales.
1,6º. Actualmente, los datos validan estas predicciones. De hecho, las temperaturas observadas superaron ligeramente lo anticipado. Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), la temperatura media mundial de 2024 alcanzó los 15,10º Celsius.
Esto significa que el año pasado, la temperatura global estuvo 1,6º por encima del promedio de la era preindustrial (definido como el promedio entre 1850 y 1900). 2024 también presentó temperaturas superiores al promedio de las últimas décadas (entre 1991 y 2020) por 0,72º.
Es el segundo año consecutivo en el que se rompe este récord. 2023 ahora es el segundo año más cálido registrado.
El papel de El Niño. El cambio climático ha sido el factor más significativo que llevó a estas temperaturas, pero no el único. 2023 y 2024 fueron años marcados por la Oscilación del Sur de El Niño.
Durante gran parte de estos años, ENSO se encontraba en su fase cálida, El Niño. Hace algunos meses, El Niño desapareció para dar paso a La Niña, la fase frÃa del ciclo climático, lo que hace poco probable que 2025 sea el tercer año consecutivo.
Variabilidad natural. Aunque el cambio climático es el principal motivo del incremento en la temperatura media atmosférica en las últimas décadas, este aumento no ha sido constante ni homogéneo. Existe una variabilidad natural observable en gráficos como el de Copernicus, la cual ha contribuido a la indiferencia social frente al cambio climático. Comprender esto es esencial para interpretar los datos.
25 años de debate. En 2024, la variabilidad natural se sumó al cambio climático incrementando las temperaturas globales, aunque se espera que en 2025 esta variabilidad limite el aumento de temperaturas. Esta situación no es inédita, como se observó a comienzos de este siglo.
El cambio de siglo estuvo marcado por un evento de El Niño notablemente intenso entre 1997 y 1998. En 1998, la temperatura media atmosférica casi alcanzó un grado por encima del nivel preindustrial. Durante años, las temperaturas anuales parecieron establecerse en un valle creado por ese evento, dando la impresión de que las temperaturas globales no superarÃan el lÃmite del grado y medio (lÃmite que aún no habÃa sido acordado a nivel internacional en ese entonces).
El llamado «hiato» climático fue analizado por climatólogos de la época y también utilizado por escépticos para respaldar sus argumentos. Sin embargo, pronto se demostró que fue un espejismo: según Copernicus, desde 2014 las temperaturas globales anuales no han dejado de situarse un grado por encima del promedio preindustrial.
Imagen | Copernicus Climate Change Service (C3S)
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