La propuesta de 23andMe, «Descubre qué dice tu ADN sobre ti y tu familia», suena sencilla: envía una muestra de saliva y recibe información sobre tus ancestros o familiares desconocidos. Sin necesidad de agujas ni sangre, este test genético casero ofrece respuestas personales a interrogantes sobre el pasado.
Tras registrarse en la plataforma, el usuario recibe en su domicilio un kit con un tubo para recoger saliva. Una vez enviada la muestra de vuelta, el ADN es digitalizado y analizado por algoritmos. En tres o cuatro semanas, los resultados se entregan directamente al usuario.
En bancarrota. La posibilidad de explorar el pasado por menos de 120 dólares parecía prometedora, sin embargo, el destino fue otro. El domingo pasado, 23andMe se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, declarándose en bancarrota. Su CEO, Anne Wojcicki, presentó su renuncia.
Este desenlace no fue inesperado. 23andMe ya enfrentaba cuestionamientos sobre su modelo de negocio, conflictos con inversores y preocupaciones sobre la propiedad de su vasta base de datos genéticos. La empresa nunca alcanzó beneficios netos y su valor en bolsa ha caído drásticamente en los últimos años.
Wojcicki intentó retirar a 23andMe del mercado bursátil en varias ocasiones, pero sus iniciativas fueron rechazadas. “Aunque estoy decepcionada por llegar a esta situación y que mi oferta no fuera aceptada, apoyo a la compañía y tengo la intención de participar como compradora”, expresó la ejecutiva en un comunicado este lunes en X.
Pesadilla de privacidad. Más de 12 millones de personas, según datos de su sitio web, han compartido su ADN con 23andMe. Ahora, se enfrentan a la posibilidad de que sus datos sean adquiridos por otra empresa. El proceso de reestructuración incluye la venta de activos para «maximizar el valor del negocio».
El fiscal general de California, Rob Bonta, ha emitido una alerta al consumidor enfocada en la privacidad, recordando que cualquier usuario puede solicitar a la empresa la eliminación de sus datos y la destrucción de cualquier muestra genética restante.
Por su parte, la compañía ha afirmado que no habrá modificaciones en la protección de los datos de los usuarios durante el proceso de quiebra. Sin embargo, su historial en cuestiones de seguridad es cuestionable, ya que el año pasado se filtró una base de datos con millones de perfiles en la dark web.
Imágenes | 23andMe
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