Hace medio siglo, dos jóvenes visionarios, Bill Gates y Paul Allen, dieron origen a lo que hoy es uno de los mayores imperios del software. Aquella primavera de 1975 veÃa nacer Micro-Soft. El nombre, ideado por Allen, es ahora parte de una anécdota entre las miles que conforman la historia de esta empresa, que ha mantenido su relevancia y liderazgo en el mundo tecnológico por 50 años. ¿Cuál ha sido su secreto para perdurar?
Reinvención constante.
Microsoft ha sabido levantarse tras cada caÃda, algunas de las cuales fueron bastante significativas.
En sus inicios, Microsoft gozaba de amor incondicional, mucho antes de experimentar el desagrado de algunos. La fortuna sonrió a Gates y Allen cuando, en 1980, acordaron proporcionar a IBM el sistema operativo para sus PCs. Esa fue la primera gran oportunidad que supieron aprovechar.
El destino quiso que Microsoft adquiriera, por 50.000 dólares, el sistema operativo original de Tim Paterson, QDOS/86-DOS, que transformaron en MS-DOS para ser usado en los PC de IBM. Curiosamente, esta historia ha tenido sus ecos en otros gigantes tecnológicos: Apple transformó NEXTSTEP en Mac OS X tras adquirir NeXT, y Google hizo lo propio al comprar Android Inc.
El acuerdo con IBM marcó un antes y un después. Aunque Microsoft recibió menos de lo que IBM esperaba pagar, logró conservar los derechos para vender su sistema operativo a otras compañÃas.
Microsoft se disparó como un cohete, bajo el comando de un Gates implacable. Con sus virtudes y defectos, la empresa se propuso un objetivo ambicioso: llevar un ordenador a cada hogar, objetivo que parecÃa imposible para la época.
No importaba que la competencia hiciera las cosas de manera diferente o incluso mejor; Microsoft siempre encontraba la forma de imponerse. Desde MS-DOS hasta Windows y su suite Office, que hoy ejemplifica la evolución hacia los servicios en la nube.
Durante un cuarto de siglo, Microsoft se mantuvo invulnerable hasta que nuevos desafÃos como internet, los navegadores, buscadores, redes sociales, y luego los smartphones, llegaron. La empresa de Redmond enfrentó derrotas en estas áreas, llegando tarde y con el enfoque equivocado, pero el verdadero milagro es cómo cada vez que caÃa, Microsoft encontraba la manera de reinventarse.
Su capacidad para sobreponerse se hizo evidente cuando, a pesar de perder la supremacÃa en navegadores con Internet Explorer, persistió en sus esfuerzos. Fallaron en búsquedas con Bing, se vieron obligados a desembolsar 26.200 millones para intentar «competir» en redes sociales y también naufragaron con Windows Phone.
Sin embargo, nuevo liderazgo bajo Nadella trajo consigo una transformación. Microsoft pasó de ser despreciada a resurgir con un renovado propósito, especialmente demostrado en la nube, donde Azure compite codo a codo con AWS.
En su trayectoria figuran productos memorables como la Xbox y dispositivos Surface, asà como fracasos como las HoloLens, pero siempre acompañados de una voluntad de reinventarse.
La empresa ahora enfrenta el desafÃo de no perder el tren de la inteligencia artificial. Su respuesta ha sido rápida y ambiciosa, aunque el desenlace aún está por verse.
Independientemente de lo que depare el futuro, Microsoft seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer.
Reinventarse.
Felices 50, Microsoft.
Deja una respuesta