El aumento de la tensión entre Irán y Estados Unidos ha llevado a que el mundo vuelva su mirada hacia el puente de agua más relevante y reducido del Medio Oriente: el estrecho de Ormuz. A simple vista desde un satélite, parece una pequeña franja de agua que conecta el golfo Pérsico con el golfo de Omán. Sin embargo, en la realidad es una arteria vital para el transporte global de petróleo y gas. Cada día, incontables tanqueros y buques de gas natural transitan por este estrecho.
En respuesta al ataque de EE.UU. contra sus instalaciones nucleares, Irán considera la posibilidad de bloquear este paso, lo cual tendría repercusiones enormes para el mercado energético mundial.
¿Qué es el estrecho de Ormuz? Se trata de un paso crucial en el flujo global de hidrocarburos. Un «cuello de botella» para el petróleo a nivel mundial. Aunque parece insignificante en el mapa de Oriente Medio, el estrecho capta la atención de economistas y líderes mundiales. Se ubica entre Omán e Irán, conectando los golfos Pérsico y de Omán, y funciona como un conducto para el tráfico marítimo hacia el mar Arábigo.
Una simple observación del mapa revela dos aspectos importantes de Ormuz: su estrechez y su importancia. En su parte más angosta, mide 33 km, pero el área destinada a la navegación es mucho menor: solo hay dos rutas de tres kilómetros cada una, separadas por una zona de amortiguación equivalente. The Wall Street Journal indica que el interés global realmente se centra en una franja de apenas nueve kilómetros.
¿Por qué es importante? Porque por estas rutas pasan diariamente numerosos barcos cargados de crudo y gas natural licuado (GNL), esenciales para economías de grandes potencias como China, principal comprador de petróleo iraní. Los datos no mienten. Según Vortexa, entre principios de 2022 y septiembre, el estrecho canalizó entre 17,8 y 20,8 millones de barriles diarios, representando una quinta parte del consumo mundial de petróleo.
Además del petróleo, es un canal clave para el transporte de gas natural. Lloys List estima que a diario cruzan Ormuz unos 15 millones de barriles de petróleo crudo, 2,5 millones de barriles de productos, el 20% del GNL y un tercio de gas licuado del petróleo. La distribución subsecuente de estos productos tiene un impacto directo en economías, especialmente en Asia, donde según la AEI, en 2022 el 84% del crudo y el 83% del GNL que pasó por Ormuz llegó al continente.
¿Por qué es noticia? Porque la estabilidad de este estratégico paso naval está comprometida. Tras el ataque de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes, se espera la respuesta de Teherán, quien podría considerar el cierre del estrecho de Ormuz, incrementando así la presión sobre el mercado energético global.
¿Cómo de probable es? Se discute si Irán realmente tiene la intención de cerrar el estrecho, dado que esto también perjudicaría su economía y la de vecinos como Arabia Saudí. Sin embargo, el gobierno iraní no ha descartado esta opción. Recientemente, la Asamblea Consultiva Islámica sugirió el cierre, pero la decisión final recae en Alí Jamenei.
Por el momento, el cierre del estrecho se mantiene como una opción viable, según lo mencionado por el comandante de la Guardia Revolucionaria, quien advierte que Irán tomará la decisión más adecuada. El bloqueo es solo una de las posibles respuestas que Irán podría considerar, junto con ataques selectivos, acciones diplomáticas agresivas o ciberataques.
¿Cómo cerraría el estrecho? Irán ha amenazado con cerrar el estrecho anteriormente, como en 2018, durante las tensiones con Washington por las sanciones. Según TWSJ, analistas recuerdan que la armada iraní ha incrementado su presencia en la zona, empleando diversos recursos como lanchas rápidas, minas y posibles abordajes desde helicópteros para retener embarcaciones.
En 2019, la Guardia Revolucionaria Islámica capturó un petrolero británico en Ormuz en represalia por la detención de uno de sus buques en Gibraltar. Si bien Estados Unidos podría reaccionar militarmente, expertos como Antony Gurnee advierten que despejar el estrecho tomaría tiempo, afectando al mercado internacional, tal como ocurrió con los ataques hutíes en el mar Rojo.
¿Qué efectos tendría el cierre? En primera instancia, países como Qatar, Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait enfrentarían serias dificultades para exportar petróleo. Aunque Arabia Saudí podría mantener parte de sus exportaciones mediante el oleoducto Este-Oeste, su capacidad total se vería mermada. Además, el propio petróleo iraní se vería afectado, impactando a grandes compradores como China, quien ya ha sido instado por EE.UU. a disuadir a Irán de cerrar el estrecho.
Las tensiones en torno a Ormuz ya han influido en el mercado: los futuros del petróleo han subido, y tras los ataques de EE.UU., el crudo Brent brevemente superó los 80 dólares por barril. Según Lloyd’s List, en caso de que el estrecho no cierre, aún podrían aumentar las tarifas de tránsito y primas de riesgo.
Imágenes | Agencia Espacial Europea (Flickr), Jacques Descloitres-NASA (Flickr) y Michael Gaylard (Flickr)
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