El mercado del petróleo atraviesa un periodo de gran volatilidad, desde las tensiones internas en la OPEP+ hasta las polÃticas productivas de importantes naciones ajenas a la organización. En este contexto, el rol de Kazajistán se ha vuelto crucial, y el verdadero desafÃo será cómo se desarrollan los acontecimientos si se sincroniza con las polÃticas de otros actores internacionales, como Estados Unidos.
Un aumento en la producción. Hace unas semanas, Kazajistán generó noticias al acelerar su desarrollo en el ámbito nuclear como respuesta a la creciente demanda energética, aprobando su primera central nuclear. Ahora, este paÃs, históricamente discreto en la producción de petróleo, ha incrementado su producción recientemente, superando las expectativas de la OPEP+. Un reciente informe indica que Kazajistán alcanzó una producción de 1,767 millones de barriles diarios (bpd) en febrero, un aumento significativo respecto a los 1,570 millones de bpd de enero, y claramente por encima de su cuota establecida en la organización, que es de 1,468 millones de bpd.
Multiplicidad de desafÃos. El yacimiento de Tengiz, en conjunto con Chevron, ha superado las proyecciones, siendo el más destacado dentro de la OPEP+. Este escenario representa un desafÃo para los objetivos de la organización petrolera de mantener la estabilidad en la producción.
Para estabilizar los precios, la OPEP+ optó por un incremento paulatino en la producción tras años de ajustes para favorecer los precios del crudo. Sin embargo, con la reciente caÃda en los precios del petróleo, se ha visto en la obligación de reconsiderar su estrategia. La amenaza de Rusia de revertir el incremento en la producción y los desacuerdos internos sobre las cuotas productivas están complicando aún más el contexto.
La crisis que se avecina. El precio del crudo ha visto un descenso pronunciado en las últimas semanas, cayendo más del 13% desde los máximos de enero. Aunque esta baja se puede atribuir a factores como el exceso de oferta en América y una demanda más débil, la influencia de Kazajistán actúa como un catalizador que puede agravar la situación. Su elevada producción podrÃa ser determinante para que la OPEP+ no logre mantener sus acuerdos y tenga que reevaluar su estrategia. Si no se realiza una corrección sustancial, el mercado podrÃa enfrentar una crisis de precios aún más seria.
Estados Unidos mantiene la vigilancia. Con la llegada de Trump, el petróleo ha recobrado protagonismo en Estados Unidos. El presidente ha promovido una polÃtica agresiva de producción petrolera, conocida como «Drill, baby, drill». En su empeño por conservar los precios por debajo de los 60 dólares por barril, los analistas señalan que esta polÃtica ha intensificado la competencia en un mercado ya de por sà saturado, impactando a todas las economÃas dependientes del petróleo.
Se vislumbra un panorama incierto. El incremento productivo de Kazajistán y Estados Unidos está configurando un futuro incierto para el mercado petrolero. Si la oferta continúa sobrepasando el crecimiento de la demanda, los precios del crudo podrÃan descender aún más, perjudicando tanto a los productores como a las economÃas que dependen del petróleo. El desafÃo es si la OPEP+ podrá equilibrar estas presiones externas o si el mercado se encaminara hacia una crisis de precios.
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