Aunque comúnmente nos referimos a ella como vitamina, la vitamina D es en realidad una prohormona crucial para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Nuestro cuerpo puede sintetizarla de forma natural cuando nos exponemos a la luz solar, y también podemos obtenerla a través de ciertos alimentos o de suplementos. Su papel principal es facilitar la absorción de calcio y fósforo en el intestino, esenciales para mantener la fortaleza de nuestros huesos.
Además de su función en la salud ósea, la vitamina D es conocida por mejorar la función muscular, activar componentes del sistema inmunológico, regular la presión arterial y reducir la inflamación. Paradójicamente, en España, donde el sol es una constante gran parte del año, entre el 50 y el 60% de la población tiene niveles insuficientes de esta vitamina (menos de 30 ng/mL).
Estudios recientes, como el realizado por la Sociedad Española de EndocrinologÃa y Nutrición en 2023, sostienen esta estimación, aunque los porcentajes varÃan según la edad y el sexo de los participantes. La mayorÃa de los informes sugieren que hasta el 60% de la población en general presenta niveles insuficientes de vitamina D, y en el caso de las personas mayores de 65 años, esta cifra alcanza casi el 80%.
La controversia en torno a los suplementos de vitamina D
Es intrigante que en un paÃs tan soleado como España tantas personas carezcan de vitamina D suficiente. Una explicación probable es la combinación de varios factores; muchas personas evitan el sol en las horas de mayor intensidad para prevenir el cáncer de piel, y cuando se exponen, usan protectores solares que bloquean hasta el 95% de la sÃntesis. Además, el estilo de vida actual, que tiende a ser más hogareño, contribuye a esta deficiencia.
La suplementación con calcifediol es la respuesta común frente al déficit de vitamina D
A pesar de que la dieta podrÃa ser una solución, los estudios indican que en España no se consumen suficientemente alimentos ricos en vitamina D, como el salmón salvaje, las sardinas, el aceite de hÃgado de bacalao o las setas. Por ello, la suplementación con calcifediol, un tipo de vitamina D presente en nuestro sistema sanguÃneo, es la opción que usualmente recetan los médicos.
No obstante, en las últimas décadas, varios estudios han cuestionado la eficacia de la suplementación con vitamina D. Un reciente estudio liderado por la doctora Cynthia Thompson de la Universidad de Arizona, busca evaluar estadÃsticamente si los suplementos de vitamina D pueden reducir el riesgo de cáncer, aunque podrÃan aumentar el de enfermedades cardÃacas.
Este ensayo aleatorio, realizado durante siete años e involucrando a 36.282 mujeres, concluyó que aquellas que tomaron suplementos de vitamina D y calcio mostraron una reducción del 7% en la mortalidad por cáncer, pero también un aumento del 6% en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Aunque estadÃsticamente significativas, estas cifras no permiten llegar a conclusiones definitivas sobre la mortalidad general.
El doctor F. Perry Wilson de la Universidad Yale señala que los suplementos de vitamina D probablemente no influyen en la mortalidad, aunque podrÃan reducir ligeramente el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, podrÃan elevar el riesgo de enfermedades cardÃacas debido posiblemente a la calcificación arterial. Los resultados de este y otros estudios no son concluyentes, pero ofrecen pistas que merecen consideración.
Imagen | Darina Belonogova
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