Durante las últimas dos décadas, China se ha posicionado como el mayor importador mundial de gas natural licuado (GNL). Sin embargo, el país se prepara para un cambio radical: dejará de depender tanto del gas extranjero. Esta transformación promete tener un impacto significativo en el mercado global.
Un resumen. Las principales compañías petroleras chinas, como Sinopec, CNOOC y PetroChina, están enfocadas en aumentar su producción de gas dentro del país. Están invirtiendo en perforaciones más profundas y en el desarrollo de gas de esquisto, según lo informado por Bloomberg. Este nuevo enfoque responde a la disminución de la demanda de petróleo, el auge de los vehículos eléctricos y el incremento en la producción de gas nacional, lo que podría afectar las futuras proyecciones de las grandes empresas energéticas globales.
Nuevas exploraciones en China. Las tres grandes petroleras chinas están invirtiendo de manera significativa en perforaciones profundas, tanto en tierra como en aguas profundas. Según información de OilPrice, están intensificando los esfuerzos para explotar yacimientos de gas de esquisto, especialmente en la cuenca de Sichuan, y también están explorando mares profundos en busca de nuevas reservas. PetroChina, por ejemplo, está perforando pozos de hasta 10.000 metros de profundidad para acceder a recursos de hidrocarburos en formaciones rocosas complejas.
Un desafío considerable. La movida hacia la autosuficiencia energética no estará exenta de desafíos, ya que la extracción de gas de esquisto en China implica lidiar con complejas formaciones geológicas, lo que eleva los costos de producción. A pesar de esto, como informa Bloomberg, los planes para obtener gas ya están en marcha y no serán detenidos.
Implicaciones para la producción global. Empresas internacionales como Shell, ExxonMobil y TotalEnergies habían previsto aumentar sus exportaciones de GNL a China, anticipando que este sería el mayor consumidor. Sin embargo, el cambio de estrategia de China, al incrementar su producción interna de gas y reducir su dependencia de importaciones, alterará los suministros globales, afectando las proyecciones de las grandes petroleras, según OilPrice.
Impacto en Europa. El mes de abril comenzó con bajas reservas de gas en Europa, según Bloomberg. No obstante, la nueva política de consumo de gas en China podría beneficiar al continente europeo, que necesita reabastecer sus reservas de gas.
A pesar de ello, la situación sigue siendo ambigua. Como ha señalado OilPrice, aunque habría más gas disponible, la alta competencia por el GNL y las infraestructuras logísticas actuales podrían no estar completamente preparadas para estos cambios. Esto podría dificultar el acceso de Europa a ese excedente de gas, afectando los precios y su disponibilidad.
Perspectivas futuras. Las previsiones sugieren que con el aumento en la producción interna y la popularización de los vehículos eléctricos, la necesidad de importaciones de GNL por parte de China podría reducirse en los próximos años. Esto podría traducirse en una disminución de las importaciones, afectando las decisiones de los productores globales de gas.
Sin embargo, el panorama energético actual se encuentra bajo la presión de múltiples tensiones geopolíticas que influyen en el mercado del petróleo. Recientemente, ha habido cambios importantes en el sector con la participación de la OPEP+, Estados Unidos y China en una situación complicada. Según el New York Times, las políticas de aranceles y las estrategias energéticas se están entrelazando, modificando el flujo de los recursos y generando incertidumbre en los mercados del crudo, lo que afecta los precios del combustible a nivel mundial.
Imagen | Asian Development Bank (Flickr, CC BY-NC-ND 2.0)
Xataka | En su empeño por extraer petróleo, China está batiendo récords: ha perforado un pozo de 11 kilómetros de profundidad
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