La Academia Americana de Oftalmología estima que podemos percibir alrededor de diez millones de colores distintos, reconocidos como el espectro visible. Este espectro comprende longitudes de onda que nuestros ojos pueden detectar. Aunque la mayoría vemos estos colores de manera similar, desde el pasado viernes, un pequeño grupo de cinco personas tiene el privilegio único de percibir un color desconocido para el resto de la humanidad. ¿El secreto? Una delicada cirugía láser que activa células específicas en la retina.
¿Cómo percibimos colores? Los humanos captamos el espectro visible, que abarca longitudes de onda de entre 380 y 750 nanómetros. Por debajo de este rango se encuentra la luz ultravioleta y por encima, los infrarrojos. La capacidad de ver estas longitudes de onda es posible gracias a células en la retina llamadas conos, que son fotoreceptores sensibles a determinadas longitudes de onda y que envían señales al cerebro para procesarlas:
- Conos S: detectan longitudes de onda cortas, relacionadas con los azules.
- Conos M: captan longitudes de onda medianas, asociadas con los verdes.
- Conos L: responden a longitudes de onda largas, vinculadas a los rojos.
La interacción de S, M, y L. Los conos no responden solo a una longitud de onda específica, sino que sus rangos se superponen. Por ejemplo, los conos M reaccionan a las longitudes de onda azules más extendidas y los S, a las longitudes de onda verdes más cortas. Ren Ng, profesor de ingeniería eléctrica y ciencias de la computación en la Universidad de California, explica: “No existe una luz que active solo los conos M. Si estos se activan, seguramente también lo harán otros tipos de conos”.
El experimento. El experimento, cuyos resultados se dieron a conocer el viernes pasado en Science Advance, se basa en esta teoría. Los investigadores de la Universidad de California propusieron la hipótesis de estimular exclusivamente ciertos conos. Mapeando la retina y empleando dosis controladas de luz láser para excitar los conos M, establecieron la técnica denominada Oz, inspirada en ‘El Mago de Oz’ y su Ciudad Esmeralda.
Esta es la representación más cercana al color “olo” que se puede hacer en una pantalla | Imagen: Xataka
Olo. Tras el procedimiento, los participantes fueron capaces de ver un nuevo color al que llamaron «olo». De los cinco participantes, tres coautores del estudio (incluido Ren Ng) y dos eran de la Universidad de Washington. Describen «olo» como “un verde azulado con una saturación sin precedentes”. Según Ng, la representación más cercana de «olo» en pantalla se lograría con el color hexadecimal #00ffcc, aunque con una saturación inimaginable para nosotros, ya que nunca antes nuestro cerebro recibió esa señal.
La forma más cercana de representar ”olo” en una pantalla es con el hexadecimal #00ffcc
Validación del hallazgo. Para confirmar que los participantes percibían un color desconocido para el resto, se realizaron experimentos de correspondencia cromática. Compararon «olo» con un láser verde azulado, variando su saturación con luz blanca. Coincidieron en que al desaturar «olo» se lograba el color del láser, confirmando así que “olo” está fuera del espectro visible humano.
Aplicaciones futuras. Aunque actualmente no tenga un uso práctico definido, este experimento demuestra la viabilidad del procedimiento. En un artículo de Scientific American, el investigador principal y su equipo imaginan pantallas que emitan imágenes en colores imposibles tras escanear las retinas. A largo plazo, podría permitir que personas con ceguera vean ciertos colores o simular cómo diferentes especies perciben el mundo. Sin embargo, el efecto de Oz es temporal, no permanente.
Imagen de portada | Amanda Dalbjörn
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