La Agencia Espacial Europea ha lanzado una innovadora misión de observación de la Tierra. Equipado con el primer radar de apertura sintética en banda P en el espacio, el satélite BIOMASS realizará las mediciones más precisas hasta la fecha sobre la masa forestal en el planeta.
Despegue exitoso. El satélite inició su viaje el 29 de abril a las 11:15 CEST, partiendo desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, a bordo de un cohete Vega-C. Este cuarto lanzamiento marca el regreso definitivo de Vega-C tras dos años de retrasos provocados por un fallo en su segundo vuelo.
Menos de una hora después de su despegue, BIOMASS se separó exitosamente del cohete, enviando su primera señal para confirmar que todo estaba en orden. La misión se une oficialmente al grupo de Earth Explorers de la ESA, que son misiones enfocadas en el estudio del planeta Tierra.
El desconocido mundo de los bosques. Los bosques ocupan casi un tercio de la superficie terrestre y son vitales para absorber y almacenar enormes cantidades de dióxido de carbono, aproximadamente 8.000 millones de toneladas netas al año, regulando asà la temperatura global.
La deforestación, junto con la degradación forestal y cambios en el uso del suelo, especialmente en las zonas tropicales, devuelven el carbono a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. Sin embargo, todavÃa desconocemos cuánto carbono almacenan realmente los bosques y cómo responden a factores como el incremento de las temperaturas, el CO2 atmosférico y la actividad humana.
El papel crucial de BIOMASS. El satélite medirá con una precisión inédita la cantidad de biomasa, y por ende de carbono, almacenada en los bosques del planeta, asà como su evolución en el tiempo, para comprender mejor el ciclo del carbono y el sistema climático de la Tierra.
Se estima que un 50% del peso de un árbol es carbono, almacenado principalmente en la madera: tronco, ramas y tallos. El radar en banda P de BIOMASS tiene una capacidad única para medir directamente la cantidad de biomasa leñosa a nivel global y con una precisión nunca antes vista desde el espacio.
Innovación en el radar. La gran novedad de BIOMASS es su instrumento principal, desarrollado por Airbus: el primer radar de apertura sintética (SAR) en banda P en el espacio. Los radares emiten microondas y analizan el eco que rebota en la superficie. La longitud de onda es clave. Las ondas de banda P son mucho más largas que las empleadas por otros satélites radar como los Sentinel-1 (banda C) o el próximo NISAR (banda L).
Esta longitud de onda permite al radar penetrar la espesa capa de hojas de los bosques, incluso atravesar nubes o lluvia, interactuando directamente con las partes leñosas de los árboles y el suelo del bosque. Esto posibilita a los cientÃficos obtener información detallada sobre la estructura del bosque, estimar su altura y, crucialmente, calcular la cantidad de materia orgánica leñosa por encima del suelo.
Un despliegue crucial por delante. Para operar efectivamente, el satélite desplegará en los próximos dÃas una antena reflectora de 12 metros de diámetro, sostenida por un brazo de 7,5 metros. Este despliegue es una maniobra compleja pero vital para el éxito de la misión.
BIOMASS realizará operaciones en dos fases principales durante sus 5 años y medio de vida útil: una fase tomográfica de 18 meses, durante la cual realizará múltiples pasadas sobre las mismas áreas desde ángulos ligeramente distintos para crear un mapa 3D de la estructura forestal, y una fase interferométrica de 4 años, utilizando las diferencias entre señales para medir cambios en la altura y densidad del bosque, reflejando la variación de la biomasa a través del tiempo.
Al saber que aproximadamente la mitad de la biomasa es carbono, la misión permitirá mapear de manera indirecta, pero precisa, dónde y cuánto carbono está almacenado en los bosques, y con qué rapidez se está emitiendo.
Imagen | ESA-SJM Photography
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