El Puerto de Los Ángeles, uno de los principales puntos de entrada de mercancías en Estados Unidos, enfrenta una situación desafiante. A pesar de esperar la llegada de 80 buques en mayo, el 20% de estos han sido cancelados, según declaraciones recientes de Gene Seroka, directora ejecutiva del puerto, a CNN. El impacto es notable, ya que el puerto ha experimentado una disminución del 35% en comparación con el mismo período del año pasado.
La razón detrás de esta caída no es un misterio. La disputa arancelaria entre Estados Unidos y China, junto con la imposición de tarifas a otros países, ha afectado las importaciones. Ahora, la preocupación en Estados Unidos es si esta disminución se traducirá en aumentos de precios y estanterías vacías en los comercios.
Aumento de aranceles, disminución de reservas. La industria ya anticipaba estos problemas. La guerra comercial iniciada por la administración Trump con China y su escalada arancelaria se reflejaron rápidamente en las operaciones portuarias y navieras, especialmente en las rutas transatlánticas.
En abril, el CEO de Flexport advirtió que las reservas de contenedores marítimos desde China a EE.UU. se desplomaron un 60% en las semanas posteriores a la implementación de nuevos aranceles. En los puertos del sur de California, críticos para el comercio con China, el tráfico de cargueros chinos disminuyó un 29% entre finales de abril y principios de mayo. Esto planteó la pregunta… ¿qué sigue?
Impacto del 50%. Sin un acuerdo a la vista entre Washington y Pekín que levante el arancel del 145% a las exportaciones chinas, los puertos de EE.UU. ya reportan una significativa caída del 50% en las importaciones de China, como lo indica la directora del Puerto de Los Ángeles.
Estos barcos son los primeros en experimentar los efectos de los aranceles impuestos a China y otros países el mes pasado, señala Seroka. La baja en volumen es considerable, con importadores que cancelan pedidos y minoristas que optan por mantener su mercancía en China.
Las empresas más adelantadas. El temor a una guerra comercial llevó a muchas compañías a adelantar sus importaciones, incrementando el déficit comercial de EE.UU. en un 14% en marzo. En abril hubo un aumento del 9,1% en las importaciones de contenedores, pero los directivos portuarios advierten que esta tendencia, impulsada por la premura de evitar las tasas, desaparecerá en mayo.
El Puerto de Los Ángeles anticipa una disminución del 35% en la carga importada en comparación con el año pasado y advierte que el tráfico marítimo podría disminuir un 20% en mayo debido a la cancelación de viajes por falta de demanda.
La Federación Nacional de Minoristas prevé una caída del 20% en importaciones en la segunda mitad del año, un porcentaje que JP Morgan estima podría aumentar al 75 u 80% para las mercancías chinas.
¿Qué implicaciones tiene? El efecto de los aranceles no solo preocupa a navieras y puertos, que actúan como intermediarios en la cadena de suministro.
Ryan Petersen, director ejecutivo de Flexport, señala que una disminución del 60% en contenedores significa una reducción equivalente en productos. Es cuestión de tiempo antes de que el inventario existente se agote, lo que podría llevar a escasez y aumento de precios en las tiendas.
Vigilancia sobre la cadena de suministro. Petersen no es el único preocupado; ejecutivos de Walmart, Target y Home Depot advirtieron a Trump sobre el riesgo de precios más altos y estanterías vacías.
La CNBC ya reporta que la caída de pedidos a China y el desplome en reservas de buques de carga amenazan con llevar la cadena de suministro al límite. En 2024, EE.UU. importó mercancías chinas valoradas en 438.900 millones de dólares, y su importancia es notable en sectores como el textil, donde el 37% de la ropa y calzado importado era «made in China».
Imágenes | Barrett Ward (Unsplash)
Deja una respuesta