Orange ha comenzado a establecer contacto con bancos de inversión internacionales, según el diario Expansión, con el objetivo de preparar una oferta por el 50% de MasOrange que aún no posee. Ha reservado un total de 4.400 millones de euros, derivados del megadividendo generado durante la fusión, destinados especÃficamente para esta adquisición.
Los principales vendedores serÃan los fondos de inversión Providence (14,8%), KKR (13,4%) y Cinven (12,1%), junto a accionistas menores españoles.
Relevancia del movimiento. Este paso puede suponer un cambio de rumbo en el mercado de telecomunicaciones español, donde Orange aspira a dejar de ser un simple competidor —actualmente el tercer operador— para convertirse en una fuerza predominante. Busca dar continuidad al proceso iniciado con la fusión entre MásMóvil y Orange España, resultando en la creación de MásOrange.
De concretarse, esta operación podrÃa tener repercusiones en la competencia, los precios y los servicios proporcionados a millones de usuarios.
Detalles implÃcitos. El timing de la operación es revelador. Aunque el pacto de accionistas establece que formalmente los trabajos para una posible salida a bolsa no pueden comenzar hasta septiembre de 2025, Orange ya está tomando la iniciativa.
- Esta anticipación resalta la importancia estratégica que el mercado español tiene para la empresa francesa…
- …y también su determinación para evitar cualquier potencial complicación o competidor interesado en la misma participación.
La CEO de Orange, Christel Heydemann, habÃa dejado caer algunas pistas durante la última presentación de resultados al comentar que «la salida a bolsa no era la única opción», recordando que los 4.400 millones estaban preparados «para mantener todas las opciones abiertas».
Una clara señal de su disposición a explorar otras alternativas más allá de la OPV.
Perspectivas. Esta operación representa el capÃtulo final de la consolidación en Europa, donde tres grandes grupos —Deutsche Telekom, Telefónica y Orange— están forjando un oligopolio cada vez más definido a nivel continental.
España, hasta ahora considerado uno de los mercados más competitivos de Europa con precios relativamente bajos, podrÃa comenzar a ver un aumento de precios debido a la disminución de competencia. Movistar, por su parte, centra su atención en Vodafone España y Digi.
Para Orange, hacer de España su segundo mercado más relevante después de Francia tiene un valor estratégico inmenso:
- Le permite diversificar riesgos frente a la presión regulatoria en su mercado nacional.
- Y le proporciona un impulso financiero significativo en el contexto europeo.
El futuro inmediato. Aunque formalmente la operación no puede completarse hasta marzo de 2026 (cuando vence el plazo de dos años durante el cual está prohibida la venta de acciones según el pacto de fusión), todo indica que tanto Orange como los fondos preferirán una venta directa a una salida a bolsa.
Ir a bolsa complicarÃa la situación para ambas partes:
- Orange tendrÃa una filial en bolsa con mayores obligaciones de reporting.
- Y los fondos se verÃan obligados a vender sus participaciones de manera gradual.
Interrogantes. La gran cuestión no es si Orange completará la absorción, sino cómo se verá afectado el mercado español una vez tenga el control total de MasOrange. Además, si los reguladores tendrán algo que decir respecto a esta concentración de poder en un sector tan único como el de las telecomunicaciones.
El cambio de liderazgo en Bruselas, de Vestager a Ribera, podrÃa facilitar la consolidación europea prevista.
La incógnita principal ya no es si Orange llevará a cabo la operación, sino cómo podrÃa afectar al mercado español si se consuma, y si los reguladores intervendrán en esta concentración de poder en un sector tan singular como el de las telecomunicaciones.
Imagen destacada | Orange
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