En un curioso caso de robo automotriz, un jubilado y un trabajador de Ford han alcanzado la suma de millones mediante la sustracción de parachoques y piezas de coches. A principios de año, Audi enfrentó el cierre de su planta en Bruselas después de 75 años de actividad. En medio de las protestas laborales, una ingeniosa idea surgió: sacar las llaves de 200 vehÃculos valorados en 100.000 euros cada uno.
El plan era fácil: simplemente guardar la caja con las llaves bajo la chaqueta y caminar hacia la salida. Sin embargo, el robo de motores completos en India requirió un enfoque diferente, al descubrirse que durante cinco años, Kia perdió 900 motores de combustión sustraÃdos de sus plantas, y aún no está claro si trabajadores estaban involucrados.
Robar motores es una hazaña más comprensible si uno logra sacar los componentes parcialmente desmontados. Pero, ¿cómo es posible hacer lo mismo con un capó o un parachoques? Esa incógnita es la que enfrentan en Ford, donde un jubilado y sus hijos han ejecutado un robo valorado en millones durante más de dos años.
El caso en Ford: Del almacén al mercado online
Según el Detroit Free Press, cuatro personas han sido detenidas por robar piezas de diferentes plantas de Ford y venderlas en eBay. Entre los detenidos se encuentra un exempleado de Ford, aunque por ahora se desconocen sus identidades. Las piezas fueron extraÃdas de tres plantas: Deaborn, Michigan y Flat Rock.
Según Motorpasión y The Drive, tres de los cuatro involucrados son familiares: un padre jubilado y sus dos hijos, que mantenÃan contacto con un empleado de Ford. Las piezas se llevaban a almacenes para su venta posterior, acumulándose un robo que, según la policÃa, es calificado como «multimillonario».
Durante más de dos años, los cuatros sospechosos han estado robando y vendiendo piezas. No se trata de componentes pequeños, sino de objetos voluminosos como parachoques y capós. Un agente comentó a Fox que los almacenes estaban llenos hasta el techo de estas piezas.
La investigación continúa analizando cómo estas piezas lograron salir de las plantas sin ser detectadas y qué métodos se emplearon para eliminarlas del inventario, considerando que normalmente todo componente lleva un código de identificación.
La policÃa sigue buscando más pistas que puedan llevarlos a otros almacenes usados por los sospechosos, dado el volumen de las piezas y el impacto económico del robo.
Foto | Ford
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