Las denuncias de espionaje han vuelto a hacer saltar las alarmas en Occidente. Hace menos de dos meses, Alemania acusó a China de colocar dispositivos de comunicación sin autorización en aerogeneradores, un asunto que causó gran controversia. Ahora, parece que la situación se repite en Estados Unidos.
En resumen. Estados Unidos ha realizado una denuncia sobre la detección de componentes de comunicación no documentados en algunos inversores y baterías manufacturados en China. Según Reuters, funcionarios de energía estadounidenses están reconsiderando el peligro que podrían representar estos elementos.
A mayor detalle. Según lo informado por Reuters, algunos de los inversores solares y baterías de fabricación china contenían dispositivos de comunicación inesperados, como radios celulares. Estos componentes no figuraban en la documentación oficial del producto, lo cual ha generado inquietud entre los analistas de ciberseguridad en Estados Unidos.
La inquietud. En teoría, según especialistas en ciberseguridad y funcionarios estadounidenses consultados por Reuters, dichos componentes podrían ser utilizados para sortear firewalls y acceder de forma remota a equipos críticos, con posibles consecuencias desastrosas para la red eléctrica. La situación se complica si estos dispositivos permiten actualizaciones de firmware remotas, ya que podrían introducir modificaciones no autorizadas sin ser detectadas durante las auditorías de certificación, abriendo la puerta a posibles vulnerabilidades.
Acciones preventivas. El Departamento de Energía de EE.UU. ha comunicado a Reuters que está revisando los protocolos de certificación y documentación para asegurar que todos los componentes estén adecuadamente registrados. Asimismo, se está desarrollando la implementación de la «Lista de materiales de software» (Software Bill of Materials o SBOM) para identificar cada componente incorporado en dispositivos críticos. Esta medida busca no solo evitar la instalación de componentes no autorizados, sino también controlar las actualizaciones de firmware.
Una respuesta decidida. Ante estas acusaciones, China ha reaccionado sin demora. Un portavoz de la embajada china en Washington ha dicho a la agencia de comunicación: “Nos oponemos a la generalización del concepto de seguridad nacional, distorsionando y difamando los logros de infraestructura de China”.
Un caso pasado. En 2019, se acusó a Huawei en Estados Unidos de espionaje a través de sus equipos de telecomunicaciones, sin proporcionar pruebas concluyentes, basándose únicamente en la cercanía de la empresa al gobierno chino. Sin embargo, posteriormente se reveló que la NSA había espiado masivamente mediante equipos de telecomunicaciones a nivel mundial.
Con precaución. La información es escasa y no hay pruebas contundentes en el reporte. Según expertos consultados por PV Magazine, la falta de detalles concretos en el informe de Reuters, como el número de dispositivos afectados o los nombres de los fabricantes implicados, genera dudas acerca de la veracidad de los descubrimientos.
Más contexto. ¿Estamos realmente ante una amenaza tangible o es un nuevo capítulo en la disputa comercial entre EE.UU. y China? En un escenario donde China domina el sector renovable, cualquier acusación contra sus dispositivos podría tener implicaciones mucho más extensas. ¿Es este un intento de frenar el avance chino en un sector estratégico o una advertencia legítima sobre los riesgos de ciberseguridad en infraestructuras críticas?
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Xataka | China está mejorando tanto sus aerogeneradores que Alemania solo encuentra una explicación: espías
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