En un mundo que busca alejarse de los combustibles fósiles, el hidrógeno emerge como la gran esperanza para un futuro sostenible. Sin embargo, su producción ecológica aún enfrenta retos tecnológicos y económicos significativos. Investigadores podrÃan haber encontrado la solución en las profundidades de la Tierra, revelando una fuente potencialmente ilimitada de energÃa limpia.
El tesoro verde subterráneo. El hidrógeno ha sido promocionado como un pilar esencial en la transición hacia energÃas limpias, no solo por su carácter renovable, sino también por su papel crucial en la producción de fertilizantes, fundamentales para la mitad de la población mundial.
El desafÃo radica en que el 99% del hidrógeno actual proviene de hidrocarburos, contribuyendo al 2,4% de las emisiones globales de COâ‚‚. Con la demanda proyectada de 90 a 540 millones de toneladas métricas para 2050, encontrar una solución sostenible es vital. Hasta ahora, métodos más limpios como la electrólisis renovable no han resultado rentables. Un estudio de Oxford, publicado en Nature, sugiere que la Tierra ya tiene la respuesta.
Un tesoro por descubrir. Investigadores de Oxford, junto con académicos de Durham y Toronto, han descubierto que la corteza terrestre contiene hidrógeno suficiente para satisfacer las necesidades energéticas del mundo durante al menos 170.000 años. Estas reservas, naturales y sin emisiones, permanecen en gran medida inexploradas.
Este estudio proporciona un marco coherente para identificar estas reservas, creando un «mapa» que detalla las condiciones geológicas necesarias para la formación y almacenamiento del hidrógeno. Esta guÃa práctica podrÃa revolucionar la búsqueda comercial de hidrógeno natural y transformar los modelos energéticos actuales.
Ingredientes y amenazas. Según el profesor Chris Ballentine de Oxford, encontrar hidrógeno en la corteza es similar a hornear un suflé: cualquier error en los componentes puede hacer que el esfuerzo sea inútil.
El estudio identifica los elementos crÃticos para un sistema geológico viable de hidrógeno, desde las reacciones quÃmicas que lo generan hasta los factores que lo destruyen, como ciertos microorganismos subterráneos que lo consumen. La coautora Barbara Sherwood Lollar destaca la importancia de evitar estas zonas para asegurar la acumulación efectiva del gas.
Una fuente diversa y preparada. El trabajo desmiente mitos anteriores sobre el origen del hidrógeno, descartando fuentes del manto terrestre y enfocándose en formaciones comunes de la corteza continental.
Estas formaciones, tanto antiguas como recientes, están globalmente distribuidas, ampliando significativamente el potencial de exploración. La clave no es encontrar un tipo especÃfico de roca, sino comprender cómo las condiciones quÃmicas, térmicas e históricas contribuyen a la generación y retención del gas.
De la teorÃa a la práctica. Conscientes del potencial de su descubrimiento, los investigadores han fundado Snowfox Discovery Ltd., una empresa enfocada en detectar reservas naturales de hidrógeno con beneficios sociales. Su meta es clara: encontrar fuentes de hidrógeno económicas, limpias y sostenibles para impulsar la transición energética global sin recurrir a costosos procesos industriales.
Si la «receta geológica» desarrollada por estos expertos puede ser replicada con éxito a nivel global, podrÃamos estar ante una auténtica revolución energética subterránea. Una que no requiere innovaciones futuristas, sino simplemente aprender a escuchar los secretos que la Tierra ha estado susurrando durante millones de años.
Imagen | Rita Willaert
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