Machu Picchu, además de ser un emblema de Perú, es uno de sus más valiosos patrimonios y un atractivo crucial para el turismo que, solo en los dos primeros meses de 2025, sedujo a más de 191.000 visitantes, representando un incremento de casi el 17% con respecto a 2024. Este incremento tiene a la ciudadela inca de Cusco enfrentándose a un desafÃo común en populares destinos internacionales como el monte Fuji, las zonas históricas de Roma, Venecia y Florencia, o las pirámides de Giza en Egipto: la saturación turÃstica.
Las autoridades peruanas han lanzado una advertencia clara: la «sobrecarga turÃstica» amenaza la preservación de la antigua ciudad inca.
¿Qué está sucediendo? La ControlarÃa General de la República, una entidad autónoma que protege los bienes y recursos de Perú, ha dado la voz de alarma al Ministerio de Cultura: Machu Picchu está experimentando una «sobrecarga turÃstica», una situación que afecta tanto a la ciudadela como a la Red de Caminos Inca (Qhapaq Ñan), el sistema vial ancestral de los incas.
Tras evaluar el flujo de visitantes, la ControlarÃa ha concluido que este exceso de turistas pone «en riesgo» la conservación de ambos sitios, afectando su «estructura y ecosistema». Y advierte: de no abordarse la situación, Machu Picchu podrÃa ser catalogada nuevamente como patrimonio mundial en peligro por la UNESCO, un riesgo que ya enfrentó en el pasado.
¿Dónde está el problema? Las cifras son contundentes: entre el 17 y 30 de abril, se observó una «sobrecarga» de 2.505 personas en la terraza superior de la ciudad inca (Ruta 1-B). Este no fue un caso aislado, ya que en mayo se espera que el exceso llegue a 1.546 usuarios, superando constantemente los lÃmites de aforo permitidos.
«Aunque durante la temporada baja el acceso diario permitido es de 450 personas, se ha observado la venta de entre 549 y 789 boletos. Durante la temporada alta, aunque el lÃmite es de 490, se han vendido entre 495 y 639 boletos». La ControlarÃa señala que, aunque la venta en la plataforma estatal respeta el aforo permitido en la terraza superior de la Llaqta, muchos turistas llegan por la Red de Caminos Inca.
¿Más información? SÃ. También se detectó una «sobrecarga» significativa de 836 visitantes en la Ruta 5 de la Red de Caminos Inca entre el 17 y 30 de abril, una cifra que se espera que llegue a 1.490 en mayo. «Pese a que el aforo permitido es de 250 personas por dÃa, se han vendido boletos para 300 personas, incluyendo turistas, guÃas y personal de apoyo. En ciertos dÃas, se han llegado a vender hasta 416 y 695 boletos», señala la entidad.
Con la Ruta Realeza Diseñada, otro popular atractivo, la saturación alcanzó los 1.368 visitantes en los últimos dÃas de abril y se proyecta en 1.248 para mayo. La ControlarÃa menciona «errores en la plataforma de venta» que «dificultan la planificación del número de visitantes».
¿Por qué es preocupante? El exceso de turistas podrÃa dañar las estructuras. «Estas situaciones no aseguran la preservación de las áreas, ya que el tránsito constante podrÃa erosionar el suelo en pendientes pronunciadas y compactar el terreno, dañando caminos, escalinatas, muros y plataformas incas», advierte la entidad.
Similar es el riesgo en la ruta, donde la «sobrecarga» podrÃa deteriorar la zona residencial y ceremonial debido al desgaste de la piedra.
¿Es un problema reciente? Es nuevo y no tanto. El aviso de la ControlarÃa es reciente, pero como recuerda el organismo, esta no es la primera vez que la conservación de Machu Picchu es motivo de discusión. En 2017, la UNESCO evaluó la situación para decidir si era necesario incluirlo en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro.
Por aquel entonces, el problema no era la condición del santuario, sino la gestión «a largo plazo» de su entorno. «Las dificultades surgen del control del flujo turÃstico», señalaba la UNESCO. Aunque finalmente optaron por no incluir a Machu Picchu en la lista, la ControlarÃa advierte que podrÃa reconsiderarse.
¿Es un riesgo real? La ControlarÃa parece creerlo firmemente. Durante el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO de julio del año pasado en Nueva Delhi, se expresó preocupación por el estado del yacimiento inca, debido, en parte, al elevado número de visitantes diarios que impactan las estructuras y el entorno.
Perú no ha ignorado la amenaza que enfrenta su principal atractivo turÃstico. A inicios de este año, las autoridades de Cusco y la Jefatura del Parque Arqueológico de Machu Picchu anunciaron medidas como reforzar la seguridad y el control de acceso, en respuesta a un caso de corrupción que permitió a turistas entrar sin cumplir las normas.
Para evitar más incidentes, se han comprometido a incrementar inspecciones, trabajando con la policÃa y colocando cámaras. Machu Picchu no solo es un gran atractivo de Perú; en los primeros dos meses de 2025, su imán turÃstico llevó a más de 191.000 personas, anotando récords en el turismo nacional.
Imágenes | Eddie Kiszka (Unsplash) y Shashi Bellamkonda (Flickr)
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