China se ha convertido en sinónimo de megaconstrucciones. Algunos de los proyectos más notables de los últimos años han sido protagonizados por este país. A diferencia de la competición por alcanzar las alturas en Arabia Saudí y Emiratos Árabes, las obras chinas buscan conectar su territorio mediante impresionantes puentes y túneles. En esta línea de ambiciosos proyectos se ubican canales como el de Pinglu, cuyo objetivo es llevar el mar a ciudades del interior.
Este esfuerzo es parte de la estrategia de China para consolidarse en el liderazgo del mercado global.
El Canal de Pinglu: Tras varios años de preparación, en 2023 se iniciaron las obras de este canal en la región de Guangxi. Este unirá el río Yu con el Golfo de Tonkin, en el relevante mar de China Meridional. Su importancia es crucial para el transporte de mercancías, pues permitirá ahorrar 560 kilómetros que ahora deben cubrirse por carretera.
Se prevé que el canal esté listo para el transporte de mercancías en diciembre de 2026, con un costo estimado de 9.300 millones de euros. Las cifras asociadas al proyecto son realmente impresionantes.
Un Proyecto Colosal: El canal de Pinglu es el primer gran canal construido en China desde la creación de la República Popular. Comparables a hitos como el canal de Panamá o el futuro Sena-Norte, estas obras son maravillas de la ingeniería hidráulica y tienen un impacto global significativo. Con 134 kilómetros de extensión, el canal de Pinglu tendrá un papel central en la estrategia nacional china.
Permitirá el paso de buques de hasta 5.000 toneladas, con dimensiones de 90 metros de eslora, 15,8 de manga y cinco de calado. Su diseño incluye dos esclusas de 300 metros de largo y 34 de ancho para superar desniveles de hasta 65 metros, optimizadas para operar rápidamente y reducir el tiempo de espera.
Avance Masivo en Tiempo Récord: De los 134 kilómetros, solo 6,5 son de nueva construcción. Sin embargo, han sido necesarios enormes movimientos de tierra para adaptar los ríos existentes, con más de 50 millones de metros cúbicos de material desplazado y un volumen total de excavación superior a los 339 millones de metros cúbicos, superando con creces a la monumental presa de las Tres Gargantas.
La construcción incorpora hormigón especial resistente a la erosión marina, diseñado para durar más de 100 años con mínimo mantenimiento. Si todo sigue el plan, el canal empezará a operar en 2026, completando así una obra monumental en apenas siete años desde su concepción y tres desde el inicio de su construcción.
Desafíos y Controversias: La magnitud de este proyecto implica grandes movimientos de tierra en áreas sensibles, lo que podría amenazar a los ecosistemas locales. Las preocupaciones ambientales se centran en los manglares cercanos que podrían verse perjudicados.
Estrategia Comercial: Aunque los barcos que transitarán el canal de Pinglu, con 5.000 toneladas, son mucho menores que los que cruzan el canal de Panamá o Suez, el objetivo es unir las zonas interiores con los puertos marítimos para después exportar, concretando la visión de Xi Jinping con la Nueva Ruta de la Seda.
El canal de Pinglu se integra en este nuevo corredor comercial, conectado el oeste y suroeste de China con los mercados internacionales, reforzando y diversificando las rutas de exportación e importación hacia Asia, África y especialmente, Europa.
Expectativas y Beneficios: Además de mejorar la conectividad comercial, se espera que el canal reduzca los costos de transporte, que son menores con barcos que con camiones, trenes o aviones, estimando un ahorro de 725 millones de dólares anuales. También contribuirá a aliviar el congestionado tráfico de la región.
El proyecto no solo promete mejoras en el transporte de mercancías, sino también en la gestión hídrica para riego y prevención de inundaciones.
Más allá del Canal de Pinglu: Aunque sus cifras y plazos son impresionantes, el Canal de Pinglu es solo un componente de la estrategia geopolítica y comercial de China. El país contempla otros corredores internacionales, como el de Kra en Tailandia para evitar el estrecho de Malaca, y canales interiores más modestos.
Ejemplos de estos otros proyectos son los canales de Zhejiang-Jiangxi-Guangdong, Jinghan y Xianggui, destinados a conectar regiones interiores y fomentar el comercio, al tiempo que impulsan industrias como la del acero y reducen la contaminación del transporte por carretera.
Todos estos esfuerzos forman parte de una estrategia ambiciosa de China para potenciar su comercio dentro y fuera de la región, aumentando así su posicionamiento en el mercado y la política global.
Imágenes | Departamento de Transporte de Guangxi Zhuang
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