Mientras Shein disfruta de una pausa arancelaria en Estados Unidos, en Europa enfrenta nuevos desafíos. La Comisión Europea junto con la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor (CPC) han comunicado a Shein que algunas de sus prácticas infringen la ley comunitaria. La plataforma de comercio electrónico tiene ahora un plazo de un mes para responder y esquivar posibles sanciones.
Según el comunicado de la Comisión, esta advertencia proviene de una investigación coordinada por las autoridades de Bélgica, Francia, Irlanda y Países Bajos. La CPC acusa a Shein de implementar tácticas que perjudican los derechos de los consumidores dentro del mercado único.
Prácticas bajo la lupa de Bruselas
El expediente contra Shein detalla varias infracciones en cuanto a la operación de su plataforma y la comunicación de información comercial a los compradores:
- Descuentos engañosos: se presentan rebajas de precio que no reflejan precios anteriores reales.
- Tácticas de presión para comprar: utilización de estrategias para incitar al usuario a completar la compra.
- Información confusa o engañosa: sobre derechos de devolución y reembolso, o su gestión.
- Etiquetas engañosas: productos que parecen tener características especiales pero cumplen solo con requisitos legales mínimos.
- Promesas ambientales dudosas: datos incompletos o falsos sobre los beneficios ecológicos de ciertos productos.
- Dificultades de contacto: falta de canales claros y accesibles para consultas o reclamaciones.
Bruselas va más allá de una mera advertencia. La notificación exige acciones concretas. Si en 30 días Shein no responde de manera satisfactoria, las autoridades nacionales podrían imponer sanciones, incluyendo multas proporcionales al volumen de negocio en cada país afectado.
Este procedimiento se añade a una investigación que la Comisión lleva a cabo bajo la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés). En abril de 2024, Shein fue clasificada como una “Plataforma en Línea de Muy Gran Tamaño” (VLOP, Very Large Online Platform), lo que le impone cumplir con estrictas normas sobre riesgos sistémicos, control de contenido ilegal y transparencia en algoritmos.
La presión no solo proviene de Bruselas. La Autoridad de Competencia de Italia también ha iniciado un proceso, enfocado en las prácticas comerciales de la empresa. Paralelamente, la Comisión aclara que estas acciones no afectan otras posibles medidas bajo la normativa de seguridad de producto o protección de datos.
En respuesta a la notificación, un portavoz de Shein comentó al Wall Street Journal que la compañía está cooperando proactivamente con las autoridades. “Nuestra prioridad sigue siendo asegurar que los consumidores europeos disfruten de una experiencia de compra en línea segura, confiable y agradable”, aseguró. Shein tiene ahora 30 días para presentar sus compromisos.
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