Este martes, España cierra de manera definitiva un capÃtulo que abarca 140 años. Telefónica ha anunciado el apagado de sus últimas 661 centrales de cobre, sellando el fin de una era tecnológica que fue la columna vertebral de las comunicaciones del siglo XX. Sin embargo, el verdadero relato no es la despedida del cobre, sino la posición de liderazgo que ha alcanzado España en conectividad a nivel europeo.
Importancia de este logro. Mientras otros paÃses de Europa aún debaten sobre cuándo dar el salto del cobre a la fibra, España ya ha completado esta transición. Telefónica se ha convertido en el primer gran operador del continente en desmantelar por completo su red de cobre, superando al resto de Europa en este aspecto.
Cifras reveladoras. Los datos refutan la idea de que España está tecnológicamente atrasada. Ocupamos el tercer lugar en la OCDE en cuanto a penetración de fibra óptica. Las lÃneas de fibra óptica constituyen el 89,3% de toda la banda ancha fija. Esta red proporciona 80 millones de accesos instalados en un paÃs con 49 millones de habitantes. Cabe destacar que esta cifra incluye viviendas, locales y duplicados entre operadores.
Solo Corea del Sur y Japón superan a España en ciertos indicadores. Francia, Alemania y Reino Unido se encuentran detrás en cobertura de FTTH. En cuanto a FTTB, España ha liderado Europa, situándose solo detrás de Islandia durante años.
Una panorámica general. Desde 2014, España ha llevado a cabo el desmantelamiento de 8.532 centrales de cobre en una operación logÃstica monumental. Ha logrado migrar al 99,99% de los clientes sin interrumpir el servicio, reciclando 65.000 toneladas de cable y ahorrando 1.000 gigavatios hora de energÃa, según fuentes citadas por Cinco DÃas.
Todo este proceso se ha llevado a cabo mientras se construÃa una infraestructura capaz de proporcionar cobertura de ultra banda ancha al 94% de la población, incluidas las áreas rurales, posicionándonos muy adelante de otros paÃses europeos en cobertura rural.
Un cambio desapercibido. La transformación en España ha pasado inadvertida debido a su coincidencia con años de crisis económica y un complejo de inferioridad tecnológica nacional. Aunque estamos lejos de grandes potencias tecnológicas como Estados Unidos o China, hemos logrado la mejor infraestructura de telecomunicaciones de Europa.
La fibra óptica es un 90% más eficiente energéticamente que el cobre y ofrece velocidades mucho mayores. Una central de fibra requiere solo el 15% del espacio necesario por cuatro centrales de cobre para ofrecer el mismo número de accesos.
Aspectos económicos. Telefónica ha hecho de esta transición una oportunidad de negocio. La venta y reciclaje del cobre retirado le ha generado ingresos adicionales cercanos a los 1.000 millones de euros, beneficiándose de la revalorización del metal.
El cobre sigue presente. Aunque el cobre tradicional ha sido reemplazado, más de dos millones de clientes continúan conectados mediante cable coaxial con tecnologÃa HFC (hÃbrida fibra-coaxial), principalmente con operadores como Vodafone o Euskaltel.
A pesar de que no es el mismo cobre que el del ADSL recientemente eliminado, es técnicamente cobre el que lleva la señal hasta los hogares. La diferencia es que este coaxial coexiste con la fibra en una red hÃbrida que ofrece velocidades significativamente superiores al antiguo par de cobre telefónico.
El impulso regulador. La revolución de la fibra en España no fue fortuita. Comenzó cuando el regulador español liberalizó el mercado y obligó a Telefónica a compartir su infraestructura. La competencia entre operadores aceleró el despliegue.
Ahora, esa infraestructura será la base para las próximas generaciones de redes móviles, el Internet de las Cosas y futuras tecnologÃas aún por desarrollar. España ha construido una infraestructura digital preparada para el futuro.
Imagen destacada | Â Lightsaber Collection en Unsplash
Deja una respuesta