Recientemente, Paul de Bot, presidente de la filial europea de TSMC, confirmó que la compañÃa planea establecer un centro de diseño de semiconductores en Múnich (Alemania). Esta nueva instalación se prevé estará operativa en un tiempo récord: durante el tercer trimestre de 2025. A diferencia de las fábricas convencionales, este centro no requerirá el mismo tiempo para iniciar sus operaciones, dado que no se centrará en la fabricación, sino en el diseño.
La creación de una planta de producción de chips avanzada generalmente implica un proceso de al menos cuatro años antes de producir en masa. Sin embargo, el centro planeado por TSMC no es una fábrica, sino un centro de diseño, lo que explica que esté listo en un plazo tan breve. No precisará equipos de litografÃa ni máquinas para procesar obleas ya que su función no es producir semiconductores directamente.
Este centro se dedicará a colaborar con los clientes europeos de TSMC en el diseño de circuitos integrados que se caracterizan por su alta densidad, rendimiento y eficiencia. Dichos chips podrán ser utilizados en sectores como el automotriz, las telecomunicaciones o la inteligencia artificial (IA). Paralelamente, TSMC avanza con la construcción de una planta de producción de semiconductores en Dresde (Alemania), que se espera comience operaciones a finales de 2027.
El impacto limitado del centro de diseño de TSMC en Europa
La instalación de este centro en Alemania es sin duda una noticia positiva. Sin embargo, su influencia en las metas europeas de producción de chips es limitada. En febrero de 2022, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, manifestó que Europa aspira a ser una pieza clave en la industria de semiconductores, aspirando a producir el 20% de los chips del mundo para 2030.
El nuevo centro de diseño de chips de TSMC no producirá semiconductores, por lo que no contribuirá cuantitativamente a las aspiraciones europeas
Frente al actual escenario geopolÃtico, Europa debe adoptar una postura ambiciosa si desea incrementar su presencia en la industria de semiconductores. Contar con empresas como ASML y tener plantas de Intel, GlobalFoundries y TSMC es ventajoso. Sin embargo, los discursos de los lÃderes europeos parecen enfocarse en la cantidad de producción, cuando la calidad y el valor añadido que aportan los chips son igualmente importantes.
El centro de diseño de TSMC proporcionará valor a las empresas europeas, pero no producirá semiconductores, por lo que no sumará significativamente a las pretensiones del continente. Aunque es preferible contar con esta instalación que no tenerla, su impacto en el objetivo europeo mencionado sigue siendo limitado y es muy improbable que Europa alcance su meta.
Este análisis no es exclusivo, sino que refleja la postura del Tribunal de Cuentas Europeo, «el guardián financiero» de la UE. En un informe publicado en abril, el tribunal menciona que alcanzar una cuota del 20% del mercado global de circuitos integrados para 2030 parece inalcanzable debido al rezago en el ritmo de producción necesario para materializar sus aspiraciones. Europa deberÃa aumentar su capacidad de producción cuatro veces en menos de cinco años, algo que, a la velocidad actual de desarrollo, parece poco probable.
Imagen | TSMC
Más información | DigiTimes Asia | SCMP
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