Desde su apertura hace 25 años, Terra MÃtica ha sido un hito en el ámbito de los parques temáticos en España. Entre sus numerosas atracciones, destacaba Magnus Colossus, una impresionante montaña rusa de madera que se erigió como la más grande de Europa en su momento. Ubicada en el majestuoso paisaje de una cantera de caliza, Magnus Colossus era el orgullo del parque.
En la actualidad, subirse a Magnus Colossus es imposible. La atracción lleva casi diez años en un estado de «en pie pero no operativa». La madera, deteriorada por el calor, necesita un mantenimiento costoso. Aunque inactiva, su silueta sigue dominando el horizonte del parque, despertando la curiosidad de visitantes que se sorprenden al descubrir que ya no funciona.
Con el pasar de los años, y al igual que el resto del parque, Magnus Colossus ha sufrido el impacto del tiempo y la falta de atención adecuada. Quienes tuvieron la oportunidad de disfrutarla antes de su cierre solÃan describir un viaje cada vez más incómodo debido a las vibraciones.
Las señales de declive estaban presentes mucho antes del cierre. En 2009, Comisiones Obreras reveló irregularidades en el mantenimiento. Se utilizó creosota, una sustancia prohibida por sus peligros para la salud, para tratar la madera. Dicha práctica fue finalmente prohibida a nivel industrial en 2011.
Más allá de los riesgos de mantenimiento, el sindicato alertó sobre los despidos masivos que redujeron la plantilla del parque, afectando gravemente las labores de conservación. En sus inicios, Terra MÃtica contaba con 1500 empleados, pero estas cifras decrecieron significativamente con el paso del tiempo.
La venta de Terra MÃtica en 2012 por 67 millones de euros marcó un punto de inflexión. Adquirido por Aqualandia, el parque enfrentaba una dura situación financiera y la falta de decisiones estratégicas efectivas para revitalizar las atracciones.
La inevitable clausura de Magnus Colossus se produjo en 2016 debido a la imposibilidad de garantizar la seguridad de los pasajeros sin reparaciones. Aunque en principio se trataba de un cierre temporal, la atracción ha permanecido en silencio desde entonces.
Las finanzas de Terra MÃtica no favorecen grandes inversiones. El parque, que alguna vez fue vibrante, ahora depende de un flujo reducido de visitantes. Las pérdidas reportadas en 2021 reflejan una situación financiera desafiante, con cifras que apenas han mejorado en años recientes.
No solo Magnus Colossus ha desaparecido. En 2019, el Rescate de Ulises, otro gran Ãcono, cerró sus puertas, dejando atrás un legado de entretenimiento único.
El cÃrculo vicioso del parque es evidente. Sin nuevas atracciones ni mejoras, los visitantes tienen pocos motivos para regresar. Al final, Terra MÃtica lucha por recuperar la grandeza que una vez la caracterizó, mientras sus antiguas glorias se desvanecen poco a poco.
Imágenes: Terra MÃtica, Jeremy Thompson
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