Alrededor de Elon Musk se ha generado la imagen de un trabajador incansable, capaz de dedicar más de 100 horas semanales al trabajo e incluso dormir en su oficina en Tesla para evitar la bancarrota. Orgulloso de esta imagen, no ha dudado en exigir el mismo nivel de compromiso a sus empleados.
No obstante, un grupo de inversores de Tesla ha dirigido una petición inesperada a la junta directiva: desean que Musk dedique al menos 40 horas semanales a liderar la compañÃa. Esta solicitud coincide con un momento complicado para Tesla, que según sus propios accionistas, atraviesa una de sus peores crisis, mientras la figura de Musk es más cuestionada que nunca.
Musk, céntrate. Las discusiones sobre el compromiso de Musk con Tesla se han intensificado tras su incursión en polÃtica. Los inversores firmantes, incluyendo la Federación Americana de Profesores, que posee 7,9 millones de acciones de Tesla, sienten que su CEO ha estado demasiado distraÃdo. Por ello, exigen acciones concretas para garantizar la estabilidad y buen gobierno de la empresa.
En la carta dirigida a Robyn Denholm, presidenta del consejo de administración de Tesla, los inversores destacaron que «las actividades externas del Sr. Musk parecen haber desviado su tiempo y atención de la gestión activa de Tesla, como se esperarÃa de cualquier CEO de una empresa que cotiza en bolsa». Musk admitió que apenas puede dedicar un dÃa a supervisar sus empresas.
40 horas semanales y semana de tres dÃas. Los inversionistas han propuesto que cualquier nuevo plan de compensación para Musk incluya la obligación de dedicar como mÃnimo 40 horas a la semana a la dirección de Tesla.
Los inversores sugieren que Musk podrÃa concentrar estas horas en tres dÃas, dejando el resto de la semana para sus otros negocios o intereses polÃticos. «Solo buscamos asegurarnos de que pueda dedicar suficiente tiempo para supervisar y, en el caso de los ejecutivos, gestionar adecuadamente la empresa», explicó Tejal Patel, directora ejecutiva de SOC Investment Group, a Fortune.
Un plan para reemplazar al CEO. Además, los accionistas exigen un plan de sucesión claro para el puesto de CEO. No están sugiriendo reemplazar a Musk, como han propuesto algunos empleados, pero sà identificar sucesores «de emergencia» para que Tesla no quede desamparada en caso de ausencia de Musk. También piden un plan estratégico de 2 a 5 años para la empresa.
Este plan ayudarÃa a asegurar que Tesla no quede sin liderazgo ante cualquier imprevisto. La junta directiva deberÃa publicar un cronograma estratégico, asegurando que siempre haya un protocolo sucesorio en marcha.
Limitaciones para los directivos. Aparte de exigir mayor dedicación de Musk, los inversores también piden limitar el número de responsabilidades de los miembros del consejo de administración en otras empresas externas.
Con esta iniciativa, buscan reducir los posibles conflictos de interés y garantizar que la gestión esté plenamente enfocada en Tesla. «Durante muchos años, el tiempo que el CEO Musk ha destinado a la gestión de Tesla ha sido limitado por sus múltiples empresas y actividades externas», señala la carta. Por lo tanto, solicitan que el máximo directivo de la compañÃa solo pueda tener un cargo directivo fuera de Tesla.
Un junta directiva fiel a Tesla. Las crÃticas de los inversores no se limitan a la gestión de Musk; también abarcan otros miembros del consejo. Insisten en la importancia de contar con al menos un vocal «verdaderamente independiente» en el consejo.
Este miembro no debe tener vÃnculos previos con otros miembros del consejo ni con Musk para evitar el nepotismo y los conflictos de intereses personales en la junta directiva. Esta solicitud surge tras la inclusión de Jack Hartung, ex ejecutivo de Chipotle, en el consejo de Tesla, suscitando preocupaciones por su conexión con Kimbal Musk, hermano de Elon.
El objetivo de esta propuesta es evitar el servilismo en la negociación de compensaciones salariales del consejo y garantizar que prevalezcan los intereses de los accionistas y Tesla sobre las ambiciones personales. Un ejemplo de lo contrario fue la negociación del bono de 2018 para Musk, realizada por una junta integrada por amigos y colaboradores cercanos, e incluso su hermano.
Imagen | Unsplash (Mark Chan), Flickr (Gage Skidmore)
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