Hace unos años, una familia británica típica, al planificar sus vacaciones de verano, podía tener dudas respecto a las fechas, el alojamiento, la aerolínea o la ropa que llevarían; sin embargo, el destino solía ser inamovible: España. En particular, el atractivo de la costa mediterránea, Baleares o Canarias era irresistible para quienes buscaban sol, calor, playa, impresionantes paisajes y deliciosa comida. Hoy en día, esa elección ya no es tan clara, y un número creciente de británicos está optando por dirigirse un poco más al sur, hacia el norte de África.
La razón principal de este cambio es clara: el aumento de precios está llevando a los turistas a reconsiderar Cataluña y Baleares en favor de destinos como Túnez o Marruecos.
Motivos económicos. El afecto de los turistas británicos hacia España es innegable. Basta con visitar lugares como Canarias, Cataluña, Baleares o la Costa Blanca, o consultar los datos del INE, que reflejan que en 2024 el número de turistas provenientes del Reino Unido creció un 6.6% alcanzando 18.4 millones, lo que permitió a España cerrar el año con un récord de casi 94 millones de visitantes extranjeros.
No obstante, no solo ha crecido la afluencia de turistas, sino también las tarifas. El más reciente índice nacional de precios indica que los costes de hoteles, hostales, pensiones y servicios de alojamiento han subido significativamente, situándose casi un 7% por encima del año anterior. Observando a largo plazo, el incremento es aún mayor, ya que RTVE estima que, desde la pandemia, los precios de los hoteles han aumentado más del 50%.
Una mirada hacia el norte de África. Con este panorama de subida de precios, y a pesar del indudable atractivo de España para el mercado británico, cada vez más familias del Reino Unido adoptan destinos alternativos (y más asequibles) para sus vacaciones. En esta búsqueda, el norte de África se presenta como una opción, destacando destinos como Egipto, Túnez y Marruecos.
Este cambio de tendencia fue mencionado recientemente por el Daily Mail, aunque no es un fenómeno nuevo. Desde hace tiempo, el sector turístico ha observado cómo los turistas ingleses, ante el aumento de precios en España o Portugal, empiezan a buscar destinos más al sur, en el norte de África. A finales de 2024, el Mirror ya informaba sobre familias británicas que preferían Egipto en lugar de las Canarias para pasar sus vacaciones de invierno.
Un dato revelador: 39%. Más allá de los testimonios de agencias y turoperadores, existen cifras que ilustran el creciente interés por el norte de África entre los viajeros británicos. Por ejemplo, Booking reportó que las búsquedas relacionadas con Túnez entre enero y mayo aumentaron un 68% en comparación con los mismos meses de 2024. Para Egipto, el aumento fue de 64%, y para Marruecos, un 39%.
La transformación ya está en marcha. Este verano, la plataforma TUI UK registró un 30% más de reservas para Egipto que el año anterior. En el caso de Túnez, el crecimiento también fue de doble dígito, y la empresa reconoce una fuerte demanda hacia Marruecos.
Mayor interés, más vuelos. Las aerolíneas británicas han captado rápidamente este interés y han respondido reforzando sus conexiones con el continente africano. Este año se proyecta que despegarán 19,847 vuelos desde aeropuertos del Reino Unido con destino al norte de África, más del doble de las 8,653 operaciones realizadas antes de la pandemia. Las conexiones con España y Portugal también aumentarán, pero solo un 10 y 9%, respectivamente.
En este nuevo contexto, Marruecos tiene una ventaja adicional: la cercanía. Un británico que desee volar a Alicante invertirá aproximadamente dos horas y media. Si su destino es El Cairo, el viaje será bastante más largo (casi el doble), pero si elige volar de Londres a Marrakech, el trayecto será de menos de cuatro horas.
¿Es tan notoria la diferencia de precios? Sin duda. Aunque para un británico viajar a Túnez o Marruecos implica más tiempo de vuelo, el ahorro en alojamiento es significativo. EuroWeekly calcula que una estancia de siete noches en Agadir, al sur de Marruecos, ronda las 889 libras por persona, mientras que paquetes similares en destinos mediterráneos de Europa, como Marbella, Santorini o Mykonos, oscilan entre 1,000 y 2,700 libras.
«Existe una tendencia, especialmente en el segmento familiar, hacia destinos más económicos», comentó en diciembre Sebastien Ebel, director ejecutivo de TUI Group, al observar cómo la demanda para pasar las vacaciones de invierno en Egipto en lugar de Canarias iba en aumento. EasyJet Holidays también reporta un incremento en la demanda hacia otros destinos africanos, incluido Marruecos.
No solo precios. El creciente interés de los británicos por pasar sus vacaciones en Túnez o Marruecos en lugar de Baleares o Canarias no se fundamenta únicamente en las diferencias de costes. Existen otros factores en juego, como la ‘democratización’ del mercado turístico, con un número cada vez mayor de viajeros que desean salir de su país, a pesar de contar con presupuestos ajustados. «Nos encontramos con nuevos clientes con menos ingresos, pero que desean viajar con un presupuesto de 800 libras. Si no encuentran opciones en España, buscan alternativas», explica Ebel.
También es relevante lo que los turistas hallan en destinos como Túnez, Marruecos o Egipto: lugares cálidos con un rico patrimonio, playas y paisajes, y una industria hotelera que ha mejorado significativamente en los últimos años, ofreciendo opciones comparables a las de España o Portugal. Esta tendencia coincide con protestas en ciertos puntos de España, como Baleares o Cataluña, por parte de residentes que están cansados del impacto del turismo masivo.
Imágenes | Heidi Kaden (Unsplash) y Calin Stan (Unsplash)
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