Ray-Ban Meta transformó las gafas inteligentes en objetos deseables; ahora, Xiaomi busca volverlas imprescindibles

Aunque no fueron las pioneras, ni para Meta ni para el sector, es indiscutible que las Ray-Ban Meta se han convertido en el primer éxito comercial palpable dentro del mundo de las gafas inteligentes. Esto se debe a su diseño icónico, funcionalidades prácticas bien ejecutadas y un costo accesible.

Meta comprendió que el secreto no estaba en complicar las cosas, sino en integrar la tecnología discretamente en un artículo de uso cotidiano. Posteriormente, al integrar Meta AI, lograron que la inteligencia artificial fuese casi imperceptible mientras se busca información o se capturan momentos. Fue una fórmula ganadora.

Por otro lado, Xiaomi ha lanzado sus AI Glasses de manera muy diferente, entre una aspiradora y un coche. Mientras que Meta vio en sus Ray-Ban un dispositivo premium para creadores y early adopters, y también para aquellos que siempre quieren lo último.

La estrategia de Xiaomi con sus gafas es distinta: las visualiza como el núcleo de tu vida digital. Durante su presentación, las compararon directamente con las Ray-Ban Meta, posicionándolas como su competencia a vencer. Pero estas gafas no se limitan a competir entre sí, también desafían al smartphone como dispositivo principal.

La clave radica en el ecosistema. Las Ray-Ban Meta son excelentes para capturar fotos y videos desde nuestra perspectiva, o para utilizarlas como auriculares sin que parezca evidente. También son útiles para realizar consultas a Meta AI. Sin embargo, ahí termina su historia.

Por su parte, las gafas de Xiaomi prometen mucho más. Desde controlar el aire acondicionado hasta encender tu coche eléctrico, gestionar videollamadas o incluso traducir conversaciones en tiempo real (en un futuro cercano). Todo desde el mismo dispositivo que llevas puesto.

Con las Ray-Ban Meta, nos hemos sentido fascinados desde el primer momento que las pusimos en nuestra cabeza, pero la diferencia radica entre crear un buen producto y desarrollar una plataforma. Xiaomi opta por un enfoque más audaz: convencer a los consumidores de que unas gafas pueden sustituir muchas de las funciones que hoy realizamos con el móvil.

Si su propuesta resulta exitosa y el producto funciona tal y como lo prometen, Xiaomi habrá logrado algo más que solo unas buenas gafas inteligentes. Estaría presentando las primeras gafas que se vuelven realmente esenciales para sus usuarios, tanto como el móvil lo es en la actualidad.

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