Si estás en busca de recetas refrescantes, fáciles de preparar y que sean del agrado de todos, el ajoblanco que te presento hoy cumple con todas estas condiciones. Te explicaré cómo hacerlo tanto con la Thermomix como sin ella, ya que para triturar los ingredientes es necesario un robot potente, y es justo el que utilicé. Sin embargo, puedes utilizar cualquier otro dispositivo que tengas en casa.
El ajoblanco es considerado el gazpacho original, una preparación humilde que probablemente surgió en al-Ándalus. Se originó como una mezcla de los ingredientes más accesibles para la población en su momento: pan en migas, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, agua y almendras. La introducción del tomate desde América dio lugar al gazpacho que conocemos hoy en día. Su color claro también nos recuerda a la rica mazamorra cordobesa, otra sopa fría andaluza que merece ser destacada.
Como ocurre con todas las recetas tradicionales, al igual que con el gazpachuelo malagueño, los ingredientes se calculan un poco a ojo y las cantidades se ajustan según los gustos personales.
Comenzamos sumergiendo la miga de pan en trozos en agua fría durante unos minutos, hasta que esté bien empapada. La reservamos. Pesamos el aceite en una jarra y lo apartamos para después.
Para preparar el ajoblanco con Thermomix, colocamos en el vaso la miga remojada con el agua, la almendra cruda, el diente de ajo, el vinagre y la sal, luego trituramos durante 1 min/vel 8. En velocidad 4, vertemos el aceite por la tapa poco a poco con el cubilete puesto, tal como si fuera una mayonesa. Después, aumentamos a velocidad 5 durante unos 10 segundos.
Para hacer el ajoblanco sin Thermomix, colocamos en el vaso de la batidora la miga remojada con el agua, la almendra cruda, el diente de ajo, vinagre y sal, y trituramos hasta obtener una mezcla fina. Con la batidora en marcha, añadimos el aceite poco a poco, logrando una buena emulsión al estilo de una mayonesa.
Cómo servir el ajoblanco
Para disfrutar del ajoblanco en su máxima expresión, debes servirlo bien frío, por lo que es recomendable guardarlo en la nevera hasta el momento de servir. En cada plato, añade unas gotas de aceite de oliva y unas uvas blancas, peladas y sin semillas. También puedes acompañarlo con bolitas de melón.
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