Recientemente, el Senado de Estados Unidos dio luz verde a una versión revisada del proyecto de ley conocido como Una Gran y Hermosa Ley (One Big Beautiful Bill), que introduce un impuesto federal del 1% sobre las remesas enviadas al extranjero.
Inicialmente, la legislación proponía un impuesto del 5% bajo el nombre de “Impuesto especial sobre transferencias de remesas”. Sin embargo, tras su paso por la Cámara de Representantes en mayo de 2025, la tasa fue ajustada al 3.5%. En su más reciente revisión, el Senado acordó una reducción adicional, dejándolo en un 1%.
La normativa actual estipula que este impuesto del 1% se aplicará exclusivamente a las remesas efectuadas mediante efectivo, giros postales o cheques de caja.
Se exceptúan de este impuesto las remesas gestionadas a través de cuentas bancarias, así como aquellas financiadas con tarjetas de débito o crédito emitidas dentro de Estados Unidos.
El proyecto de ley también prevé excepciones para ciudadanos y nacionales estadounidenses, eximiendo el impuesto si las remesas se canalizan mediante un “proveedor calificado de transferencias de remesas”, definido como aquel que posee un acuerdo con el Departamento del Tesoro para verificar el estatus del remitente.
Además, la legislación permite que las remesas enviadas “desde una cuenta o por una institución financiera”, o aquellas “financiadas con tarjetas de débito o crédito emitidas en Estados Unidos” sean deducibles de impuestos.
Detalles sobre el Cobro del Impuesto y Fecha de Inicio
El proyecto determinó que el impuesto será recaudado por el proveedor del servicio de remesas, quien tendrá la obligación de transferir trimestralmente el monto recaudado al Departamento del Tesoro. En situaciones donde no se realice el cobro inmediato del impuesto, el proveedor asumirá una responsabilidad secundaria del pago.
También se propone un crédito fiscal para ciudadanos y nacionales estadounidenses, equivalente al monto del impuesto pagado por remesas en el año fiscal. Para obtener este beneficio, los contribuyentes deben proporcionar su número de seguro social y confirmar el pago del impuesto.
Se requiere que los proveedores de remesas suministren informes periódicos al Servicio de Impuestos Internos (IRS), detallando las transferencias realizadas, los impuestos cobrados y los remitentes que hayan solicitado el crédito fiscal.
Según lo establecido, si el proyecto de ley es finalmente ratificado, el impuesto sobre las remesas se implementará a partir del 1 de enero de 2026.
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