Con sus orejitas de conejo y una sonrisa que podrÃa considerarse inquietante, los Labubu se han convertido en la última sensación entre los coleccionistas. Siguiendo la tendencia de otros exitosos juguetes como los Sonny Angel, estos muñecos han traspasado fronteras desde China y ahora están causando furor en España. Sin embargo, su popularidad ha traÃdo consigo un problema conocido: las falsificaciones.
Origen del fenómeno. Los Labubu son una creación original del artista hongkonés Kaising Lung, distribuidos por la empresa Pop Mart, que es conocida también por sus otras lÃneas de juguetes de colección. Estos pequeños peluches, que pueden colgarse de bolsos o mochilas, se venden en cajas donde el comprador no sabe qué diseño le tocará, aumentando la expectativa y el deseo de coleccionarlos. Esto ha llevado a que los aficionados paguen grandes sumas de dinero por ellos.
Fenómeno viral. A pesar de que existÃan anteriormente, el boom de los Labubu se disparó en 2024. Generaron unos impresionantes 3.000 millones de yuanes (aproximadamente 355 millones de euros) en China. Y 2025 está marcando un crecimiento aún mayor, con un aumento del 100% en China y del 480% en el resto del mundo. La clave de su éxito incluye la promoción por parte de famosos e influencers como Lisa de Blackpink, asà como otras celebridades como Rihanna, Dua Lipa, Madonna y Kim Kardashian, quienes los exhiben públicamente.
La llegada a España. Como parte de esta invasión de Labubu, España se ha sumado a la fiebre. Una tienda en Barcelona abrió sus puertas a finales del año pasado, con largas filas de compradores. Sin embargo, los muñecos están agotados en la tienda oficial y en otras que los comercializan, incluido Amazon. Esta escasez ha disparado las búsquedas de Labubu en plataformas de compraventa, incrementando un 856%.
Falsificaciones y engaños. La falta de stock y la alta demanda son terreno fértil para los falsificadores. Una investigación de Kaspersky revela que ya se han detectado sitios web fraudulentos que no solo venden muñecos falsificados, sino que también roban datos de los compradores. Se recomienda adquirirlos solo a través de distribuidores oficiales, pero ante la escasez, muchos recurren a plataformas como Wallapop, Milanuncios o Vinted, donde los precios se inflan aprovechando la falta de disponibilidad.
Antecedentes. El coleccionismo de figuras no es algo nuevo. Anteriormente, tuvimos la fiebre de los Funko Pops, que en 2019 habÃan triplicado su valor aunque luego experimentaron dificultades financieras. Los Labubu están aprovechando la ola de éxito de los Sonny Angels, muñecos japoneses que también generaron problemas por la proliferación de falsificaciones.
Éxito en la ambigüedad. A diferencia de otras tendencias, los Labubu se destacan porque es la primera vez que un fenómeno cultural y de consumo de China logra tal penetración en Europa. Según una periodista china, su éxito se debe a que no parecen tÃpicamente chinos, lo que los hace atractivos para un público masivo. La estrategia de imagen de Pop Mart también es más cosmopolita, lo cual podrÃa minimizar reacciones negativas hacia China.
China se reinventa como tendencia. Según un artÃculo de The Economist, China ha mejorado su imagen en Occidente, con productos culturales exitosos como la pelÃcula Ne Zha 2 o videojuegos populares como ‘Genshin Impact’ y ‘Black Myth: Wukong’. La popularidad de TikTok y su liderazgo en industrias como la de vehÃculos eléctricos y drones han contribuido a este cambio de percepción, coincidiendo con una creciente crÃtica hacia Estados Unidos durante la presidencia de Trump.
Imagen | Declan Sun en Unsplash
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