Una mañana decidà salir y, por costumbre, saqué mi teléfono para responder algunos mensajes mientras buscaba una dirección en Google Maps. Sin haber pasado ni cinco minutos, mi dispositivo comenzó a calentarse de manera alarmante. Me dedico a analizar móviles con regularidad, por lo que rápidamente me puse a investigar las razones detrás de este fenómeno, considerando que vivo en AndalucÃa, donde las temperaturas a menudo superan los 30 grados a primera hora. Todas las pistas apuntaban a un denominador común: mi teléfono era demasiado avanzado.
La potencia. Uno de los factores determinantes en el comportamiento térmico de un teléfono es su procesador. Hoy en dÃa, los dispositivos de gama alta poseen una potencia extraordinaria. Aunque la arquitectura de los modernos chips distribuye eficientemente las funciones entre núcleos grandes para tareas complejas y núcleos pequeños para tareas sencillas, esto no siempre es suficiente. En los móviles más potentes, incluso los núcleos más pequeños se comparan con los núcleos grandes de dispositivos más económicos.
Podemos simplificarnos la vida capando la potencia de nuestro dispositivo. La manera más drástica es activar el modo ahorro de energÃa, que limita los procesos en segundo plano y reduce la capacidad del procesador. El procedimiento óptimo varÃa según la capa de personalización del dispositivo. En algunos, como los de Samsung, incluso podemos elegir el perfil de rendimiento que más nos convenga.
La pantalla. La competencia por ofrecer pantallas con más nits tiene consecuencias inevitables: los móviles tienden a calentarse mucho más en verano. Iluminar un panel es uno de los procesos más difÃcil en términos energéticos; no solo enciende el panel, sino que mantiene el brillo constante. Esta es la razón por la cual, probablemente, notas que la pantalla de tu móvil se ve menos brillante en verano.
Ningún dispositivo puede mantener su brillo máximo bajo altas temperaturas, por lo que acostumbrarte a un nivel de brillo más bajo en esta estación puede ayudar a evitar el sobrecalentamiento. Esto es opuesto al brillo automático, que siempre intentará aumentar al máximo el brillo bajo luz exterior, aunque pronto disminuya cuando detecte sobrecalentamiento.
La cámara. Verano y fotografÃa van de la mano, sin embargo, esta función también contribuye al sobrecalentamiento del móvil. ¿Por qué?
- La cámara utiliza considerables recursos del teléfono para ser rápida.
- La memoria trabaja intensamente para almacenar grandes volúmenes de datos en pocos segundos.
- Una vez capturada la foto o el vÃdeo, el móvil debe procesarlo, agotando aún más sus recursos.
¿Qué puedes hacer? Evita los modos de alta resolución, graba en 1080p por perÃodos cortos, no uses aplicaciones que demanden mucho de la cámara y limita su uso a capturas rápidas.
La conexión. En verano solemos viajar y movernos, lo que afecta nuestra conectividad. En áreas con mala señal (como playas, montañas o lugares remotos), el módem del teléfono trabaja más para mantenerse conectado.
Esto genera calor y un mayor consumo de energÃa. Si no tienes buena conexión, es recomendable activar el modo avión y optar por 4G en zonas donde el 5G es inestable.
El uso. Este último factor es crucial, ya que lo que consideramos un «uso intensivo» no siempre es grabar o jugar con alta demanda gráfica.
- Conectar el móvil al coche usando Android Auto o CarPlay durante largos trayectos.
- Usar redes sociales bajo el sol con el brillo al máximo.
- Hacer videollamadas.
- Mantener mapas activos mientras interactuamos con otras aplicaciones.
Las actividades diarias pueden ser las más exigentes para tu móvil. Una regla básica para evitar el calentamiento es limitar el número de procesos simultáneos.
Imagen | Xataka
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