Hace dos siglos, la población mundial era de menos de 1.000 millones de personas. En 2022, alcanzamos los 8.000 millones. Este impresionante crecimiento demográfico continuará en los próximos años, previéndose llegar a más de 10.300 millones de personas. Sin embargo, hacia fines de este siglo, este crecimiento se detendrá y comenzará un declive pronunciado.
El número de muertes superará al de nacimientos, como se ilustra claramente en este gráfico de Visual Capitalist:
Punto crucial: 2080. Aunque hace 200 años éramos pocos en el planeta, no es necesario retroceder tanto para ver cambios drásticos. En las últimas dos décadas, la población mundial ha crecido en 2.000 millones, pero las proyecciones para el futuro son menos optimistas. Según el último informe de la ONU titulado «Revisión de 2024 de las Perspectivas de población mundial», se anticipa que en las próximas seis décadas el crecimiento será similar al de los últimos 20 años.
Superaremos los 10.000 millones de personas, pero en la década de 2080, comenzará a disminuir. Hacia 2100, se proyecta una disminución de casi 13 millones de personas. Actualmente, se estima que uno de cada cuatro habitantes del mundo reside en un paÃs donde la población ya ha alcanzado su máximo.
Intervalo de confianza del 95%. Prever el futuro a más de medio siglo es complicado, ya que muchos eventos pueden alterar las proyecciones (como otra pandemia similar a la del COVID-19). No obstante, las estimaciones actuales se proporcionan dentro de un intervalo de confianza del 95%. En el extremo superior del intervalo, los nacimientos podrÃan superar las muertes en 2100, mientras que en el extremo inferior, el descenso empezarÃa alrededor de 2060.
Impacto en productividad y pensiones. Las proyecciones de la ONU indican que para 2080, la población de 65 años y más superará a la de menores de 18 años. Además, para mediados de la década de 2030, se estima que la población mayor de 80 años superará a la de niños menores de un año, alcanzando los 265 millones. Este fenómeno plantea un doble reto.
Por un lado, las pensiones podrÃan verse en riesgo si algunos paÃses no pueden sostener los servicios sociales para una población envejecida. Por otro lado, la falta de mano de obra podrÃa ser un problema. La ONU sugiere emplear tecnologÃa para mejorar la productividad en todas las edades y crear oportunidades para extender la vida laboral de aquellos que deseen seguir trabajando, aprovechando el trabajo multigeneracional.
Lecciones de Japón. Japón lleva tiempo afrontando un «invierno demográfico», con menos de 800.000 nacimientos en 2022, la cifra más baja registrada. El envejecimiento de su población ha llevado a una escasez de mano de obra.
Esto ha impulsado el desarrollo de robots para realizar tareas que antes realizaban humanos y ha llevado a empresas como McDonald’s a flexibilizar sus polÃticas de contratación, además de promover la incorporación de trabajadores veteranos.
Inmigración como solución. Japón también está buscando mano de obra extranjera, tendencia que se observa en paÃses como España. La ONU señala que la inmigración será clave para el crecimiento en algunas poblaciones. En 50 paÃses, se espera que la inmigración compense el descenso poblacional debido a bajas tasas de fertilidad.
Aunque estas son proyecciones, el futuro de la pirámide poblacional mundial se vislumbra complicado. Implementar polÃticas que fomenten la natalidad será esencial en lugares como Japón, España, China, Taiwán y Corea del Sur.
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