Considerados los objetos más enigmáticos del cosmos, los agujeros negros compiten en misterio solamente con las estrellas de neutrones y las de quarks. Aunque aún no desentrañamos todos sus secretos, los cosmólogos han logrado descubrir algunos de sus enigmas, proporcionando respuestas que nos permiten entenderlos mejor. Antes de profundizar, revisemos qué es un agujero negro.
Un agujero negro es una región finita del espacio, que concentra suficiente masa para crear un campo gravitatorio tan intenso que ninguna partÃcula puede escapar, ni siquiera los fotones, responsables de la luz. Existen varios tipos, pero los astrofÃsicos están más familiarizados con los cósmicos, formados a partir del colapso de estrellas masivas.
El destino de una estrella depende de su masa. Las menos masivas se convierten en nebulosas y dejan una enana blanca en su centro, una estrella degenerada que ya no tiene combustible y es mucho más pequeña que su tamaño original. Las más masivas pueden transformarse en estrellas de neutrones, de quarks o, con suficiente masa, en agujeros negros.
Problemas con la hipótesis de Kerr
En 1963, el matemático y fÃsico Roy Kerr proporcionó una solución clave a las ecuaciones de campo de Einstein, describiendo un agujero negro rotante. Antes de Kerr, los fÃsicos dependÃan de la solución de Karl Schwarzschild, que describÃa un agujero negro esférico sin rotación. Pronto, los astrofÃsicos notaron que el modelo de Kerr tenÃa más sentido.
Los astrofÃsicos han notado que la mayorÃa de los cuerpos celestes rotan debido a la conservación del momento angular desde su formación
La métrica de Kerr es más general y realista que la solución de Schwarzschild porque describe agujeros negros con un horizonte de sucesos, más allá del cual no hay escape. La rotación es común en el cosmos, con estrellas, planetas y galaxias girando, lo cual sugiere que los agujeros negros deberÃan hacer lo mismo. Gracias a Kerr, los cientÃficos han comprendido mejor la dinámica de estos fenómenos y la relatividad gravitacional.
El trabajo de Kerr ha sido crucial en astrofÃsica, ayudando a entender cómo la gravedad afecta el espacio-tiempo y el movimiento de los cuerpos celestes.
Un estudio reciente argumenta que el horizonte interior de un agujero negro no puede almacenar infinitamente energÃa.
La solución de Kerr también sugiere la presencia de un horizonte de Cauchy, donde el continuo espacio-tiempo se vuelve impredecible debido a una singularidad. En esta región, las leyes fÃsicas conocidas dejan de aplicarse.
Recientemente, astrofÃsicos de diversos paÃses han cuestionado esta teorÃa en un artÃculo en Physical Review Letters. Argumentan que el horizonte interior de un agujero negro no puede retener una energÃa infinita; eventualmente, alcanzará un lÃmite que provocará su desestabilización.
Esta teorÃa desafÃa la de Kerr al implicar que los agujeros negros que consumen materia no son eternos y que la energÃa acumulada eventualmente los desestabiliza. Sin embargo, esto contrasta con observaciones de agujeros negros, como el del centro de la galaxia M87, que tiene miles de millones de años, lo que plantea preguntas fascinantes.
Imagen | NASA
Más información | Physical Review Letters
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