Encontrarse con restos de una indigestión mientras paseamos no suele ser una experiencia agradable. Sin embargo, podría serlo si esos restos estuvieran fosilizados desde hace millones de años y nuestro interés radicara en la búsqueda de fósiles. En ese caso, podríamos convertirnos en el descubridor de uno de los vómitos más antiguos del mundo.
Vómito del Cretácico. Recientemente, el Museo de Selandia Occidental (Østsjællands Museum) en Dinamarca anunció un hallazgo peculiar: un regurgitalito, o vómito fosilizado. Este descubrimiento fue realizado por Peter Bennicke, un entusiasta de los fósiles, quien lo llevó a la atención del museo local.
La dieta en el Cretácico. No sabemos quién fue el responsable de este “Pollock” prehistórico, pero los expertos suponen que fue un pez del periodo Cretácico. Lo que sí se ha identificado es el contenido de su último banquete: crinoideos, conocidos como lirios de mar.
Los análisis del fósil revelaron restos de dos especies diferentes de crinoideos (Crinoidea). Estos invertebrados tienen como sus parientes más cercanos a los eleuterozoos (Eleutherozoa), subfilo que incluye estrellas, margaritas y pepinos de mar.
Según Jesper Milàn del Østsjællands Museum: “Es un hallazgo poco común. Los lirios de mar no son especialmente nutritivos, consisten principalmente de placas calcáreas y pocas partes blandas. Sin embargo, aquí tenemos a un animal, probablemente un tipo de pez, que hace 66 millones de años ingirió lirios de mar en el lecho marino del Cretácico, y regurgitó sus partes esqueléticas”.
Stevns Klint. El regurgitalito fue encontrado en Stevns Klint, una región geológicamente relevante en la costa báltica de Dinamarca. Esta área, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2014, incluye 15 kilómetros de acantilados costeros que contienen rastros del impacto del meteorito de Chicxulub, responsable de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno.
Mucho más que una simple curiosidad. Este descubrimiento trasciende la mera curiosidad. Un vómito fósil puede ofrecernos una mejor comprensión de la dieta y la cadena alimentaria en el Mesozoico tardío, aunque también puede generar nuevas preguntas. Por ejemplo, qué clase de animal fue el autor del vómito, o si algunos animales solían consumir presas tan poco nutritivas como los lirios de mar.
Como señala Jesper Milàn, un descubrimiento como este “proporciona nuevos e importantes conocimientos sobre la relación entre depredadores y presas, y las cadenas alimentarias en los mares del Cretácico”.
Del regurgitalito al coprolito. Los fósiles «escatológicos» representan una categoría singular en la paleontología. Esta categoría incluye también los coprolitos, o heces fosilizadas. Dichos fósiles pueden proporcionarnos valiosas pistas sobre la dieta o los parásitos que afectaban a animales extintos hace millones de años, así como a nuestros ancestros en épocas prehistóricas más recientes.
Imagen | Sualkdd
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