Cuando la agencia británica The National Archives (TNA) desclasifica documentos que han estado bajo llave durante décadas, y más si están relacionados con la Guerra FrÃa y el armamento nuclear, las reacciones pueden ser diversas: sorpresa, indignación o incluso espanto. Sin embargo, lo que ocurrió el 1 de abril de 2004 fue bastante inusual. TNA se vio obligada a confirmar a la prensa que la información recién divulgada era auténtica y no una broma del April Fool’s Day, el equivalente al DÃa de los Inocentes.
Y es que lo que se habÃa revelado era una de las ideas más extravagantes jamás concebidas por el ejército británico: un proyecto de la década de 1950 que exploraba la posibilidad de desarrollar una bomba nuclear con pollos vivos en su interior. En serio.
«La Administración no hace bromas». The National Archives (TNA) es una entidad vinculada al Departamento de Cultura del Reino Unido, encargada de proteger documentos históricos valiosos y emblemáticos del paÃs. No suelen tomarse las cosas a la ligera ni ser partidarios de las bromas pesadas.
Hace 21 años, sus directivos tuvieron que comunicarse con los medios, incluido el reputado diario The Times, para asegurarles que la última información difundida no era una invención y recalcar que «la Administración no gasta bromas». Era comprensible: lo que TNA habÃa revelado sonaba disparatado y la noticia llegó justo en el April Fool’s Day.
¿Qué se habÃa desvelado realmente? En resumen, que a mediados del siglo XX las autoridades británicas contemplaron seriamente la idea de crear una bomba nuclear con pollos vivos en su interior. Sin metáforas ni eufemismos. La idea era fabricar un dispositivo explosivo de varias toneladas, con aproximadamente la mitad de la potencia destructiva de la bomba de Nagasaki, pero con pollos vivos dentro.
El dispositivo incluirÃa una ‘pequeña granja’ con aves y suficiente grano y agua para una semana. Que este dato se revelara precisamente en el April Fool’s fue, según TNA, pura coincidencia. La información se desclasificó para una exposición llamada ‘Secret State’.
El contexto de los pollos. Para entenderlo mejor, hay que situarse en la Europa de los años 50, que se recuperaba de la Segunda Guerra Mundial mientras enfrentaba la tensa Guerra FrÃa. Aunque las tensiones se sentÃan globalmente, Alemania, dividida entre la RFA al oeste y la RDA bajo influencia soviética al este, era un punto neurálgico.
Aunque imperaba un delicado equilibrio en Europa, las potencias no dejaban de planear estrategias en caso de que la Guerra FrÃa desatara un conflicto abierto, particularmente en Alemania. En ese contexto, a finales de 1954 en Londres surgió la pregunta… ¿Cómo reaccionar ante una potencial invasión soviética? La respuesta fue ‘Blue Peacock’.
Una mina nuclear con nombre en clave. El nombre ‘Blue Peacock’ puede no decir mucho, pero resume la idea de desarrollar minas nucleares terrestres. Aunque las bombas convencionales y cohetes podÃan tener su función, ¿por qué no crear minas nucleares escondidas bajo tierra o en lagos? La Royal Armament Research and Development Establishment (RARDE) apoyó la idea y comenzó a explorar su viabilidad.
«ImpedirÃa la ocupación». El plan era simple, al menos en teorÃa. En Londres idearon ocultar alrededor de diez minas nucleares bajo tierra o en agua, con la intención de detener cualquier avance soviético hacia Alemania Occidental. Cada mina tendrÃa la potencia de 10 kilotones, más de la mitad de la bomba de Nagasaki. The Guardian resaltó que juntas, podrÃan causar cráteres de 180 m de profundidad y, lo más crucial, esparcir contaminación radiactiva.
El objetivo no era solo destruir instalaciones, sino también dejar un área contaminada que impedirÃa la ocupación enemiga por un periodo prolongado, según un análisis de David Hawkings, ex empleado del Atomic Weapons Establishment (AWE).
«Un producto de su tiempo». Lesley Wright, de la Universidad John Moores de Liverpool, reconoció en 2003 que el proyecto puede sonar extraño hoy, pero en su contexto, era una respuesta a la percepción de una superioridad soviética en armamento convencional.
Para construir las minas, se tomaron como base las bombas Blue Danube, lo que resultó en dispositivos de más de siete toneladas con una carcasa protectora y una potencia de aproximadamente 10 kilotones.
El equivalente a cinco Nagasakis. En julio de 1957, el Army Council decidió adquirir diez minas Blue Peacock para el Ejército Británico del Rin, lo que según David Hawjings, implicaba un poder destructivo mayor que cinco bombas de Nagasaki.
Se desarrollaron dos prototipos y se realizaron pruebas, incluyendo una en una gravera inundada, para evaluar la resistencia del casco de acero.
¿Todo iba bien? No del todo. Aunque el plan era enterrar bombas nucleares para disuadir a los soviéticos, surgieron preguntas importantes: ¿Cómo detonar las minas? ¿Y qué hacer con las bajas temperaturas del norte de Alemania en invierno?
Para detonar las minas, los británicos consideraron un sistema con cables o un temporizador de ocho dÃas, además de sistemas «antimanipulación» que harÃan detonar las minas si alguien intentaba manipularlas. Pero las temperaturas eran un reto mayor.
¿Cómo mantenerlas calientes? Los ingenieros británicos propusieron envolver las bombas en mantas de fibra de vidrio, pero hubo otra idea: utilizar gallinas vivas para mantener el calor.
El armamento avÃcola. Aunque suena ridÃculo, la idea de meter pollos en la bomba para mantenerla caliente fue considerada seriamente. Los pollos, con comida y agua, mantendrÃan el explosivo a una temperatura adecuada durante al menos una semana. Cuando llegase el momento, la mina explotarÃa junto a su ‘granja’ avÃcola.
¿Fue exitoso? La revelación en 2004 captó la atención de la prensa, y TNA tuvo que defender la autenticidad de sus archivos. Sin embargo, el proyecto Blue Peacock no llegó a concretarse. En 1958, el comité armamentÃstico británico decidió que no era viable seguir adelante debido a los riesgos y problemas polÃticos que implicaba.
Lo que queda es la idea inusual de una bomba nuclear con gallinas vivas, tan surrealista que parece una broma retorcida de las autoridades británicas.
Imágenes | Monika Kubala (Unsplash), Wikipedia (United States Department of Energy), Wikipedia, Ben Moreland (Unsplash)
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