Creíamos que Innovar Era el Camino, pero Nos Equivocamos Rotundamente

He estado pensando sobre el futuro iPhone 17 Air y hay algo que no termino de comprender. Vender un iPhone más delgado como la principal novedad de 2025 no parece encajar. Lo mismo pasa con el Galaxy S25 Edge, un modelo ultradelgado con un hardware que, según las imágenes, parece inferior al de sus predecesores.

Hace unos años, imaginábamos que los teléfonos del futuro no tendrían puertos y serían muy avanzados. Pero nada de esto ha ocurrido. Seguimos con lo mismo que teníamos antes, pero con menos biseles y mejores componentes. Aunque no tengo claro hacia dónde se dirigirán los móviles próximamente, sí sé hacia dónde no lo harán.

Adiós a puertos y botones. La industria ha dejado claro que un iPhone sin botones ni puertos está lejos de ser realidad. En 2024 nos dimos cuenta de que los botones nos encantan; incluso se han añadido cámaras de control con botones extra que no terminan de funcionar bien en ningún dispositivo.

Lo mismo aplica a los puertos. Hemos soñado con teléfonos sin puertos durante años, pero estamos lejos de ello. Un teléfono sin puertos es difícil de vender al público. Xiaomi ya lo intentó con el MIX Alpha en 2021, un concepto del que no se ha vuelto a saber nada.

La carga rápida sería un caos (ya lo es con los cables y cargadores C, protocolos de carga rápida propietarios, etc.). La conexión al coche solo sería posible si se tiene Android Auto/CarPlay inalámbrico, y la industria de las PowerBanks tendría que adaptarse completamente a cargadores tipo MagSafe.

Biometría al estilo Face ID. Hubo un tiempo en que los fabricantes estaban obsesionados con la biometría. Samsung fue pionera con la lectura de iris en sus teléfonos, pero ahora el 90% de los dispositivos utilizan una foto 2D de la cámara como sistema de biometría.

Google también lo intentó con el lector facial del Pixel 4 XL, pero solo duró una generación antes de abandonarlo y recuperarlo años después con cámaras 2D.

Apple y Honor son las únicas compañías que todavía apuestan por el reconocimiento facial 3D, más seguro y que requiere cámaras y sensores ToF adicionales, lo que implica compromisos significativos en el diseño del dispositivo.

No a las pantallas innovadoras. Hace unos años, las pantallas 3D en móviles se consideraban el futuro. Nubia sigue experimentando con esta tecnología en tablets como la Nubia Pad 3D.

Sin embargo, el mercado ha dejado claro que prefiere pantallas convencionales. Algo similar ocurre con los móviles plegables. Aunque parecen innovadores, han estado en el mercado desde 2019 y aún no logran convertirse en la norma.

Se decía que esta tecnología se abarataría con el tiempo, pero a precios similares, los usuarios siguen prefiriendo los teléfonos tradicionales.

Aquí tienes un listado exhaustivo de tendencias tecnológicas que fueron consideradas «el futuro de los móviles» pero que, hasta 2025, no lograron consolidarse o se han olvidado, basado en análisis de expertos y casos documentados.

Sorpresas en diseño, tampoco. A menudo nos quejamos de que los fabricantes repiten diseños y no innovan. Sin embargo, cada vez que surge un proyecto revolucionario en diseño, fracasa. LG, con su G5 modular, y el LG Wing de pantalla giratoria, son ejemplos claros.

El proyecto ARA de Google, para crear un móvil modular, siquiera llegó a ver la luz. En 2016, Google parecía tener claro que un móvil debe parecer un móvil para vender.

En resumen, aunque nos pese y aburra, el futuro cercano de los teléfonos seguirá girando en torno a mejoras de hardware, una mayor integración de la IA y pocas sorpresas, hasta que alguien logre romper con los pilares que han sostenido esta industria durante años.

Imagen | Xiaomi