Si hace algunas semanas Sun Liang no hubiera decidido incluir un tubo de pasta dental en su mochila antes de aventurarse en las montañas Ao y Tai, probablemente hoy no estarÃamos contando su historia. O por lo menos, su experiencia entre los frÃos riscos del noroeste de China habrÃa sido mucho más traumática. Lo cierto es que Liang consiguió sobrevivir tras perderse, enfrentándose a feroces animales y caminos traicioneros, con tan solo lo que tenÃa a disposición: agua de un rÃo cercano, nieve y su fiel tubo de dentÃfrico.
Para Liang, la higiene dental no solo fue una cuestión de encÃas saludables y dientes blancos, sino una cuestión de vida o muerte.
De excursión a la montaña. Los detalles de la odisea de Sun Liang han sido publicados por Jimu News y South China Morning Post, y no es de extrañar que su relato esté capturando la atención mundial, siendo también cubierto por medios como la agencia rusa TASS. Es un relato poco común: un joven desaparecido en una montaña china, que resurge después de diez dÃas, asegurando que sobrevivió comiendo pasta de dientes, nieve y agua de un arroyo.
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¿Quién es Sun Liang? Se trata de un joven montañista chino de apenas 18 años. Aunque su pasión por el senderismo es reciente, surgida el año pasado, Liang se embarcó en un ambicioso desafÃo a principios de febrero: recorrer en solitario 80 kilómetros de la lÃnea Ao-Tai, un camino de unos 170 km que une las montañas Ao y Taibai, en Shaanxi, al noroeste de China. Preparó la expedición durante dos semanas, invirtiendo considerablemente en equipo.
La aventura comenzó el 8 de febrero. Sin compañÃa ni guÃa, el joven se adentró en la cadena montañosa Qinling, en la provincia de Shaanxi, con una altitud media de unos 2.500 metros.
Pero su viaje pronto se complicó. Algunas versiones indican que tras dos dÃas, se quedó sin baterÃa, impidiéndole comunicarse con su familia, y se fracturó un brazo en una caÃda. Otras versiones mencionan que al quinto dÃa sufrió una caÃda desde una altura considerable, perdiendo su equipo de orientación y provisiones en el proceso. Esta caÃda lo dejó inconsciente durante una noche y se rompió una muñeca.
En situaciones desesperadas… Liang tomó medidas desesperadas. Solo e incomunicado, decidió seguir un arroyo rÃo abajo, se resguardó tras una gran roca y se improvisó una cama con hierba seca y hojas. Además, enfrentó el desafÃo de encontrar alimentos en un entorno glacial. No quiso arriesgarse a consumir musgo u hongos silvestres que pudieran ser tóxicos.
Jimu News describe cómo, sin comida, el joven se mantuvo con agua del rÃo, nieve derretida y pasta de dientes. El agua y la nieve lo mantuvieron hidratado, mientras que el dentÃfrico le aportó algo de azúcar, según Straits Times. Aunque, claro está, la pasta dental no es un sustituto alimenticio y tragarla le causó náuseas.
Un susto con final feliz. La odisea de Liang tuvo un desenlace positivo. Más de una semana después de comenzar su travesÃa, mientras preparaba una fogata, percibió un olor a humo y comenzó a pedir auxilio. Sus gritos fueron escuchados por un equipo de rescate que habÃa sido desplegado en su búsqueda en las montañas. Era el 17 de febrero. Con alivio para Liang y su familia, el joven regresó salvo a casa.
Aunque la historia culminó de manera favorable, no careció de consecuencias. The South China Morning Post señala que más de 30 personas participaron en el operativo de búsqueda, el cual costó unos 80.000 yuanes, equivalentes a 11.000 dólares, que la familia de Liang tuvo que cubrir. Además, su osada aventura podrÃa acarrear problemas, ya que desde 2018, las autoridades locales han prohibido que los excursionistas ingresen a esa zona bajo amenaza de multas.
¿Por qué? La región que Liang eligió explorar es especialmente peligrosa. La lÃnea Ao-Tai es una de las rutas más desafiantes de China debido a su clima impredecible. La prensa local indica que en las últimas dos décadas, más de 50 excursionistas han desaparecido o perdido la vida en el sendero en el que Liang vagó. «Sentà terror tras el accidente», admitió el joven una vez rescatado y seguro en su hogar.
Y si alguien considera seguir sus pasos, Liang advierte: «Esta área no es adecuada para el senderismo. Los vientos son tan fuertes que casi no podÃa mantenerme en pie, aun usando dos bastones como apoyo, y la nieve era tan densa que apenas podÃa abrir los ojos», recuerda Liang. «Moverse por la ruta es extremadamente complicado. Además, las vistas no son buenas y el clima cambia bruscamente».
Imágenes | @sofiadonnecke (Flickr) y  The Humble Co. (Unsplash)
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