En un mundo lleno de incertidumbres, como bromeaba la experta en geopolÃtica europea Ulrike Franke, hay pocas constantes: la muerte, los impuestos y, casi al mismo nivel, la neutralidad militar de Suiza. Esta última ha sido un pilar de su polÃtica exterior desde 1815, reconocido mundialmente, impidiendo su participación en conflictos armados o alianzas militares, a pesar de su influyente industria armamentÃstica.
En un contexto global cada vez más complicado, marcado por tres años de guerra en Ucrania, tensiones entre Estados Unidos y Rusia, y relaciones tensas entre Bruselas y Washington, la postura neutral de Suiza está comenzando a mostrar fisuras.
¿Qué ha cambiado? Aunque la neutralidad ha sido parte del ADN suizo, reconocida globalmente y con un masivo apoyo del 91% de su población en 2024, algo parece estar moviéndose en este paÃs alpino.
ArtÃculos en lÃnea indagan sobre el futuro de Suiza si se mantiene neutral, discutiendo el «replanteamiento» o «cuestionamiento» de su posición, y reportan sobre su participación en proyectos militares. Incluso la presidenta del paÃs, Viola Amherd, ha abordado el tema recientemente.
«Reevaluar la Neutralidad». El Consejo Federal suizo dejó claro su postura en agosto cuando publicó recomendaciones elaboradas por una comisión de expertos en seguridad. Entre ellas, se destacó la necesidad de «reevaluar la polÃtica de neutralidad», enfocándola más en la seguridad y la flexibilidad, lo cual es indicativo, aunque sean solo recomendaciones plasmadas en un informe.
El documento sugiere alinear mejor la polÃtica de neutralidad con la Carta de Naciones Unidas y considerar más la distinción entre agresor y vÃctima, además de proponer revisar la Ley Federal de 1996 sobre defensa y el acercamiento a la OTAN y la UE para una colaboración más profunda con miras a lograr una capacidad de defensa común.
El Contexto es Clave. Las recomendaciones se comprenden mejor en el contexto actual, que ha evolucionado notablemente desde la publicación del informe en agosto de 2024, siendo la guerra en Ucrania un elemento crucial.
Tras el inicio del conflicto, Suiza apoyó las sanciones europeas contra Rusia, argumentando que las sanciones económicas no equivalÃan a tomar partido en un conflicto armado. Sin embargo, en agosto de 2022, Moscú dejó de considerar a Suiza como neutral y rechazó su oferta de mediación.
Más que GeopolÃtica, una Cuestión de Mercado. Aunque Suiza se unió a Naciones Unidas en 2002, otro aspecto importante es su industria militar, que a pesar de ser un paÃs neutral, exporta material bélico por cientos de millones de euros.
En 2022, este negocio alcanzó un récord, pero al año siguiente se desplomó debido a la neutralidad suiza, lo que impide la reexportación de armas a paÃses en guerra, como Ucrania.
«Levantar la Prohibición». El informe de agosto también aborda la polÃtica armamentÃstica, sugiriendo «fortalecer y adaptar mejor a las amenazas» la industria. La mayorÃa recomienda levantar la prohibición de reexportación a paÃses mencionados en el Anexo 2 de la Ordenanza sobre material de guerra de 1998.
Este anexo incluye una veintena de paÃses, como Alemania y España, que en 2023 indicaron que Suiza estaba «bloqueando» la reexportación de material militar a Ucrania.
La Influencia de Trump. Desde noviembre, otro factor ha entrado en juego: Donald Trump. En su breve tiempo en la Casa Blanca, ha agitado la polÃtica internacional, especialmente en Europa, sugiriendo una retirada de EEUU de la OTAN y criticando el aprovechamiento de la alianza de Washington.
Este clima parece haber influido en Berna. Un análisis del Financial Times argumenta que el nuevo escenario está empujando a Suiza a buscar vÃnculos más estrechos en defensa. El nuevo ministro de Defensa suizo, Martin Pfister, ha mostrado disposición a colaborar más con la OTAN y la UE.
«Absolutamente Necesarios». Según el Financial Times, Pfister ha afirmado que considera «absolutamente necesarias» la cooperación y el entrenamiento conjunto con la OTAN, a pesar de que Suiza no forma parte de la alianza debido a su neutralidad histórica.
En los últimos meses, Suiza ha dado pasos significativos sin alterar su estatus neutral: se unió a un proyecto de la UE para mejorar la movilidad militar, firmó una declaración para participar en la Iniciativa Escudo de Cielo Europeo (ESSI) y el Gobierno busca relajar las restricciones para la exportación de armas.
«Nunca he visto un escenario como el actual», comenta Jean-Marc Rickli del Centro de PolÃtica de Seguridad de Ginebra al FT. «Las relaciones transatlánticas han tenido altibajos, pero el posible desapego de EEUU de Europa está generando conmoción en Europa, incluida Suiza». Con este contexto, una de las primeras tareas de Pfister será redactar la primera estrategia de seguridad nacional suiza.
La Opinión de los Suizos. Aunque el contexto genera la pregunta sobre si Suiza debe optar por la implicación o el aislacionismo, la neutralidad sigue contando con un gran apoyo. Encuestas lo demuestran, aunque también indican que la sociedad helvética es consciente del nuevo escenario.
Un informe de 2024 muestra que el 91% de los ciudadanos desean mantener la neutralidad, un poco menos que el promedio desde 2014 (95%). Otro estudio de la academia militar de ETH Zúrich y el CSS señala que el 53% son favorables a fortalecer lazos con la OTAN, superando el 43% promedio de la última década.
El 30% apoyarÃa unirse a la alianza, un porcentaje bajo pero superior a la media del 23% de los últimos diez años, según un estudio antes de que Trump ganara las elecciones contra Kamala Harris.
Un Camino Llano. Plantearse un cambio en su rol internacional no serÃa sencillo para Suiza. A pesar del apoyo social a la neutralidad, hay partidos polÃticos que se oponen y el sistema democrático participativo significa que cualquier decisión requerirÃa tiempo y posiblemente un referéndum.
Por ahora, Suiza ha decidido aumentar su inversión en defensa al 1% del PIB, por encima del 0,7% del año anterior, pero lejos del objetivo de la OTAN del 2%. El secretario general de la OTAN ya ha advertido que ese objetivo podrÃa elevarse al 3% del PIB.
Imágenes | New Jersey National Guard (Flickr) y Swiss Federal Authorities
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