Elon Musk, apostando por la campaña de Donald Trump de manera tanto monetaria como mediática, no solo asumió un gran riesgo, sino que también obtuvo buenos resultados. Con el triunfo de Trump, Musk se ha consolidado como un aliado cercano del presidente electo, asegurándose asà un puesto destacado.
Los lÃderes tecnológicos no han querido quedarse atrás y han hecho todo lo posible por unirse al movimiento, a pesar de que el tren ya habÃa partido. El precio del viaje es claro: un millón de dólares.
Encuentros clave. Después del proceso electoral, los directores generales de las principales empresas tecnológicas de Silicon Valley se presentaron para hacer un gesto de respeto al nuevo presidente, visitándolo en su propiedad de Mar-a-Lago. Durante sesiones de golf, Trump mantuvo reuniones con figuras como Sundar Pichai, Serguéi Brin, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos e incluso Sam Altman, quien mantiene diferencias legales con Musk por la conversión de OpenAI a una entidad con fines de lucro.
Pese a las tensiones previas con Trump, todos salieron satisfechos de las reuniones. «Lo que he observado es que está más tranquilo y confiado que la primera vez», comentó Jeff Bezos en una entrevista posterior durante el DealBook Summit 2024.
Contribución de un millón de dólares. Tras estas reuniones, se ha sabido que Amazon, OpenAI y Meta han contribuido al fondo para la ceremonia de toma de posesión de Trump en enero de 2025, cada uno con un millón de dólares.
Lo curioso es que todas las compañÃas coincidieron en donar exactamente la misma cantidad. «El presidente Trump guiará a nuestro paÃs hacia la era de la inteligencia artificial, y estoy entusiasmado por apoyar sus esfuerzos para asegurar que Estados Unidos lidere», declaró Sam Altman a CBS News.
Una tradición en EE.UU.. Aunque sorprenda la coincidencia en las cifras donadas, es común y legal que se aporten fondos para la ceremonia de inicio del mandato presidencial. Los comités inaugurales manejan estos fondos para añadir esplendor a la ceremonia, sin carga para los contribuyentes, sino gracias a los donantes. En su primera elección, Trump reunió 107 millones de dólares. La investidura pasada de Biden costó alrededor de 73 millones.
«La financiación para las inauguraciones es un área opaca en cuanto a fondos de campaña. A diferencia de las campañas, donde no se sabe quién ganará, en una toma de posesión, se conoce al ganador. Asà que las corporaciones y otros intereses especiales aportan dinero para ganarse el favor del presidente», dijo Craig Holman de la ONG Public Citizen a Business Insider.
Buscar la simpatÃa de Trump Con esta rápida reacción, las tecnológicas intentan calmar las tensiones previas, dado que Trump habÃa mostrado intención de aplicar leyes antimonopolio a estas compañÃas. A través de estas aportaciones, buscan mantener una relación favorable con el presidente electo.
«Las grandes tecnológicas han dominado el sector, sofocando la competencia y usando su poder para anular derechos. Me enorgulleció enfrentar estos abusos en mi primer mandato, y el equipo de justicia antimonopolio continuará bajo el liderazgo de Gail», afirmó Trump según Bloomberg.
Imagen | Flickr (Gage Skidmore), Wikimedia Commons (Anthony Quintano, UKinUSA)
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