En la sesión plenaria del pasado viernes 20 de diciembre, la Asamblea Legislativa aprobó una modificación al Código Penal que endurece las condiciones para definir la conducción peligrosa y elimina los lÃmites de alcohol previamente permitidos para conductores. Esta medida busca instaurar una polÃtica de «cero tolerancia» para quienes conducen después de ingerir cualquier cantidad de alcohol.
Con el respaldo unánime de 60 votos, los legisladores definieron que el simple acto de consumir alcohol y conducir ahora se considera una acción delictiva bajo el cargo de conducción peligrosa, con una pena en prisión de dos a cinco años. Además, incluyeron otros dos escenarios como conducción peligrosa: la competencia de velocidad no autorizada en vÃas públicas y la disputa por el paso entre vehÃculos.
La reforma al artÃculo 147-E del Código Penal establece: «Conducir de manera peligrosa incluye disputar la vÃa entre vehÃculos y realizar competencias de velocidad en áreas públicas sin la autorización adecuada. También se considera conducción peligrosa manejar después de consumir alcohol, drogas o cualquier sustancia estupefaciente, psicotrópica o psicoactiva».
Hasta el momento, el artÃculo mencionado consideraba conducción peligrosa el exceder los lÃmites legales de alcohol, establecidos en 0.100 miligramos por litro de aire espirado o los 100 grados en dispositivos de alcotest. La reciente reforma elimina este lÃmite, penalizando directamente cualquier consumo de alcohol al volante con cárcel.
La medida también autoriza que las pruebas de aire espirado, de sangre y otras pruebas toxicológicas en puntos de control vehicular se consideren pruebas válidas para determinar una situación de conducción peligrosa.
Las sanciones para infractores comunes oscilan entre dos y cinco años de cárcel; sin embargo, para choferes de transporte público o de carga, el castigo podrá elevarse a un rango de cinco a diez años. En casos de muertes o lesiones culposas derivadas de la conducción peligrosa, las penas se podrÃan incrementar en hasta 10 años adicionales, y para conductores de transporte público o de carga, se añadirÃan hasta 15 años más.
La propuesta, impulsada por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, busca atajar un problema cada vez más crÃtico en el paÃs: la conducción peligrosa. Se espera que, a través de esta reforma, se logre disminuir el número de accidentes y muertes mediante una combinación de disuasión y castigo firme.
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