En el mundo de los procesadores, la tendencia ha sido aumentar cifras: más transistores, mayor potencia y velocidad (aunque también un incremento en el consumo, especialmente con las GPU). Sin embargo, hay otra carrera en marcha, la de miniaturizar componentes sin sacrificar sus capacidades. Texas Instruments ha sorprendido con su propuesta: el MSPM0C1104.
El microcontrolador que observas en la imagen es, de hecho, el más diminuto del mundo. Y las oportunidades que ofrece son realmente prometedoras.
Microcontroladores. Funcionan como ordenadores en miniatura dentro de un solo chip. Sin complicados sistemas operativos, manejan tareas específicas con su procesador, RAM, y EEPROM integrados. También cuentan con pines para entrada y salida, entre otros componentes. Un ejemplo es el Raspberry Pi RP2040, diseñado para sistemas ligeros con tareas específicas.
MSPM0C1104. Este es el nombre que ha recibido el microcontrolador más pequeño del planeta, según Texas Instruments. Con un área de apenas 1,38 mm², comparable a un grano de pimienta negra. Es un 38% más pequeño que sus competidores más cercanos.
20 céntimos. Es sorprendente lo que se ha logrado en un tamaño tan reducido. Basado en ARM Cortex-M0+, opera a 24 MHz, ofrece 16 KB de memoria, posee un convertidor analógico-digital de 12 bits, seis pines de E/S y soporta interfaces de comunicación estándar.
Adquiriendo paquetes de 1.000 unidades, el coste de los chips es de solo 16 céntimos de dólar, y Texas Instruments facilita el desarrollo con un kit de hardware de prototipado rápido y herramientas para ejecutar aplicaciones de MCU sin necesidad de programación avanzada.
El MCU en el interior de unos auriculares
“Posibilidades ilimitadas”. Si bien su potencia puede parecer modesta con 24 MHz y 16 KB de RAM, este microcontrolador no está diseñado para operar sistemas completos como el Raspberry Pi, sino para aplicaciones específicas.
Texas Instruments sugiere usos como avanzados lápices ópticos o cepillos de dientes, y afirma que «las posibilidades son ilimitadas para enriquecer nuestras experiencias diarias», mencionando auriculares y sondas médicas como ejemplos.
Gracias a su tamaño compacto, estos dispositivos pueden mantener su eficiencia y liberar espacio en la placa para componentes adicionales que mejoren sus prestaciones.
¿Eso es todo? Aunque la nota de prensa ofrece pocos ejemplos, un vídeo de la empresa muestra otros usos como su integración en cables USB-C. Con un procesador más pequeño, las conexiones pueden reforzarse y mejorar su estabilidad y velocidad.
También se mencionan anillos inteligentes, donde la reducción de tamaño es crucial debido a las dimensiones y forma curva del accesorio, permitiendo así más espacio para incluir baterías o mejoras.
Finalmente, conocer los detalles técnicos de estos microcontroladores resulta interesante tanto para entusiastas como para fabricantes, evidenciando que esta reducción de tamaño no es mera estética, sino un avance práctico para los dispositivos cotidianos y, quizás, incluso para correr Doom en más objetos.
Imágenes | Texas Instruments
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