Hasta mediados del siglo XX, la Gros Michel dominaba el mercado global como la variedad de plátano más consumida. Este panorama prometÃa un futuro brillante para agricultores, comerciantes y consumidores, hasta que los años 50 marcaron un giro inesperado.
La enfermedad de Panamá comenzó a arrasar con las plantaciones de Gros Michel. Aunque los cultivadores lucharon arduamente contra el hongo, este acabó con las plantaciones a nivel mundial en menos de una década, resultando hoy casi imposible encontrarla comercialmente.
Algo similar está ocurriendo con el arroz bomba.
El declive del ‘rey del arroz’. Al igual que con la Gros Michel, el culpable de esta situación es bien conocido: el hongo de la pyriculariosis. Esta plaga, con su diversidad patogénica, limita el crecimiento del arroz afectando severamente el rendimiento, y lo hace con rapidez.
El problema se agrava porque este hongo está desarrollando resistencia a los fungicidas disponibles, afectando especialmente al arroz bomba, que es más vulnerable que otras variedades.
El catalizador. La situación se debe en gran parte a las regulaciones europeas que han restringido los residuos permitidos del triciclazol, el único pesticida eficaz, volviéndolo prácticamente inútil. Además, Bruselas prohÃbe la importación de arroz tratado con este pesticida.
¿Qué ha sucedido? Como explicó Vicente Lladró, el hongo avanza sin control en los campos, reduciendo las cosechas a niveles insostenibles. Esto ha hecho que la producción alcance mÃnimos históricos, aumentando los costos y elevando los precios hasta 8 o 10 euros por kilo.
La situación ha llevado a los agricultores a optar por variedades más resistentes, llegando al punto en que incluso escasea el grano de calidad para futuras siembras.
¿Es tan grave el problema? Mientras que una hectárea en el parque de la Albufera produce entre 7,000 y 8,000 kilos de arroz redondo convencional, el arroz bomba apenas alcanzó los 1,000 kilos en la última campaña. Esto hace que, pese al aumento de precios, la rentabilidad sea nula.
Un camino sin retorno. El arroz bomba es un cultivo exclusivo de España y si se vuelve inviable, podrÃa convertirse en una rareza del pasado. Muchos ya migran a la variedad Albufera, que es más resistente y similar al bomba.
A pesar de las quejas de los agricultores, las regulaciones se mantienen firmes, reflejando los retos que afrontará el campo español en los próximos años. Las nuevas enfermedades que afectan a los cultivos son una realidad cada vez más presente.
¿Qué pasos seguir? Ante ello, debemos prepararnos incrementando los estándares sanitarios en la cadena alimentaria, un desafÃo monumental en este siglo. Más aún cuando en Europa, la modificación genética, una herramienta clave, también enfrenta restricciones.
En las próximas décadas, proteger nuestro patrimonio agrario depende de nuestra capacidad para adaptarnos y conservarlo frente a los desafÃos del futuro.
Imagen | Salomé Bielsa | Enrique Dans
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