¿Alguna vez has considerado vivir en un avión? No en el aire, ni viajando entre ciudades, sino habitando en él como si fuera tu propia casa. Este es el caso de Bruce Campbell, un ingeniero eléctrico retirado que ha hecho realidad su peculiar sueño: transformar un Boeing 727 en un hogar en medio del bosque, cerca de Portland, Oregón, tal como informa CNBC.
Cuando un avión comercial termina su ciclo operativo, suele ser desmantelado. Las piezas más valiosas, como motores y componentes electrónicos, son recicladas, mientras que el fuselaje puede quedar olvidado en algún desierto, aunque existen iniciativas para reutilizar el aluminio y el titanio.
Bruce Campbell no aceptaba que estas majestuosas máquinas acabaran en la chatarra. Su visión era convertirlos en espacios habitables. En 1999, adquirió el fuselaje de un avión ya retirado, junto con varios de sus componentes internos, invirtiendo 100.000 dólares (aproximadamente 190.000 euros hoy día), según detalla USA Today.
La transformación de un Boeing 757 en hogar
Comprar el avión fue solo el principio del desafío. El siguiente paso consistió en trasladarlo a su destino final. Para ello, fue necesario desmontarlo parcialmente y transportarlo en camión hasta su propiedad en las afueras de Portland. Luego, entre la naturaleza, el avión fue vuelto a ensamblar y descansa sobre una estructura de soportes que conectan con el tren de aterrizaje y las alas.
Manteniendo gran parte del diseño interior original, Campbell ha conservado algunos asientos y compartimentos superiores. Los visitantes acceden a través de una puerta de emergencia y encuentran un espacio plenamente habitable, con objetos cotidianos como un microondas, una mesa, un frigorífico y varios ordenadores. Destaca un Apple Macintosh SE de finales de los 80, disponible para que los visitantes dejen un mensaje en él.
La cabina de mando se mantiene como un espacio especialmente interesante, conservando controles y paneles originales que usaban los pilotos. Las palancas de empuje y los mandos permanecen intactos, brindando la impresión de que el avión podría despegar en cualquier momento. Además, el cableado y sistemas eléctricos están a la vista, una muestra de la formación y pasión de Campbell como ingeniero eléctrico.
Campbell no ha guardado su vivienda única solo para él. Durante más de dos décadas, ha abierto sus puertas a visitantes curiosos, ofreciendo tours por el interior del avión-hogar y compartiendo su estilo de vida y filosofía.
Recordemos que el Boeing 727 es un avión de fuselaje estrecho que se produjo entre 1962 y 1984. Fue un modelo muy utilizado en rutas de medio alcance, con una autonomía de hasta 4.720 km en sus versiones avanzadas. Fabricado en 1.800 unidades, muchas aerolíneas lo reemplazaron en los 90 por modelos más eficientes.
Imágenes | AirplaneHome/Bruce Campbell
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