Predecir terremotos y erupciones volcánicas sigue siendo uno de los mayores retos en la geología moderna, un objetivo crucial pero todavía fuera de alcance. La capacidad de anticiparnos a estos fenómenos con suficiente tiempo para prevenir riesgos a vidas humanas continúa siendo un desafío pendiente.
La posible erupción. Un equipo de investigadores ha pronosticado que el volcán submarino Axial Seamount podría entrar en erupción en 2025. Este grupo ha estado monitoreando el volcán submarino más activo de su región, y uno de los que más seguimiento recibe en su categoría.
Axial Seamount. Este volcán está localizado bajo el océano Pacífico, específicamente en la dorsal de Juan de Fuca, a aproximadamente 460 kilómetros de la desembocadura del río Columbia, entre Washington y Oregón. Su cima se halla a unos 1.400 metros de profundidad, lo que supone unos 700 metros por encima de la altura media de las formaciones de la dorsal donde se encuentra.
El Axial Seamount es un volcán activo que tuvo su última erupción en 2015. Previamente, registró erupciones en 2011 y 1998. Dada su lejanía de la costa, estas erupciones no suponen un riesgo para las personas ni para infraestructuras.
El año 2025. Un grupo de científicos de la Universidad del Estado de Oregón (OSU) ha estado observando detalladamente el Axial Seamount. En diciembre presentaron sus recientes descubrimientos en la conferencia anual de la American Geophysical Union (AGU), prediciendo que la próxima erupción debería suceder antes de que termine 2025, si sus cálculos son precisos.
El volcán en expansión. Desde 1997, cuando se empezó a monitorear la inflación del Axial Seamount, se ha observado que sus erupciones siguen un patrón regular. Generalmente, el volcán entra en erupción cuando su cámara magmática alcanza un nivel específico de inflación, haciendo que sus erupciones sean algo predecibles.
Para 2024, el nivel de inflación del volcán había superado el 95% del que tenía antes de la erupción de 2015. Este crecimiento fue rápido, pero con una tasa decreciente entre 2015 y 2023. Hacia el verano de 2023, la cima del volcán crecía entre uno y dos centímetros anuales, y la sismicidad disminuía simultáneamente.
Un cambio notable. Sin embargo, a finales de 2023 y principios de 2024, esto cambió: en julio, la tasa de inflación del volcán había aumentado dramáticamente a 25 cm por año. La sismicidad también incrementó de 10 movimientos diarios a mediados de 2023 a más de 100 al día, e incluso superando los 500 en algunos días.
Se pueden consultar más detalles del estudio en la página de la AGU y en el blog que publica la OSU sobre el monitoreo del volcán.
Mejoras necesarias. Es importante mencionar que el resumen de la ponencia, aunque presentado en diciembre, se basa en datos de mediados de año, sugiriendo inicialmente una erupción entre el verano del año pasado y finales de 2025. La ausencia de erupciones en ese periodo indica que aún queda trabajo por hacer en la mejora de la precisión predictiva de las herramientas desarrolladas por el equipo.
Imagen | OSU / ML Parker Media
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