La disputa comercial entre Estados Unidos y China sigue sin mostrar signos de disminución, y parece que la aviación comercial será uno de los sectores más afectados. Según Bloomberg, el gobierno chino ha instruido a sus aerolíneas a cesar la recepción de aviones producidos por Boeing. Esta medida también incluye la suspensión de adquisiciones de equipos y componentes aeronáuticos de origen estadounidense.
Este nuevo revés encaja dentro de una ofensiva arancelaria que ha alcanzado proporciones sin precedentes. Después de declarar una emergencia comercial, Washington elevó los aranceles hasta un 145%, en respuesta a lo que considera una amenaza para su seguridad económica y nacional. China respondió rápidamente, incrementando sus propios impuestos por encima del 100% a las importaciones de EE.UU., aclarando que la escalada está lejos de concluir.
Las represalias más recientes de China afectan a Boeing
La última represalia del gigante asiático, aunque carece de detalles específicos, impacta al Boeing 737 MAX, uno de los modelos de pasillo único más vendidos a nivel mundial. Este año, Boeing ha entregado 13 de estos aviones a China, junto con tres Boeing 787 de doble pasillo. En sus hangares, aún permanecen 28 aviones MAX y un 787 destinados al mercado chino.
La controversia no es solo política; las repercusiones económicas son enormes. China figura como uno de los mercados estratégicos cruciales para Boeing. Según su último informe de previsiones a 20 años, el país necesitaría 8.830 nuevos aviones hasta 2043. Un 60% de esa cifra sería para soportar el crecimiento del tráfico aéreo y el 40% restante para renovar flotas con modelos más eficientes. La flota comercial de China pasaría de 4.345 a 9.740 aviones durante ese período, con una expansión del 4,1% anual. Sin embargo, estas proyecciones ahora están en duda debido a la guerra comercial.
La medida no solo pone en riesgo el equilibrio comercial entre ambas naciones. También amenaza con desestabilizar el funcionamiento interno de las aerolíneas chinas, que dependen en gran medida de las flotas ya entregadas. Miles de aviones de la compañía estadounidense operan actualmente en el país, y su mantenimiento requiere piezas y soporte técnico extranjero. Boeing ha tenido una presencia estable en China durante décadas, pero esas puertas están comenzando a cerrarse.
Boeing ha tenido una presencia estable en China durante décadas, pero esas puertas están comenzando a cerrarse.
Con Boeing momentáneamente fuera del escena, emergen dos alternativas: la familia Airbus A320 y el Comac C919. Airbus tiene ventaja, ya que, aunque algunos de sus componentes son de origen estadounidense o utilizan materias primas chinas, puede seguir operando con relativa normalidad en el país. El problema reside en la capacidad: el fabricante europeo tendría que aumentar su ritmo de producción para capitalizar la situación, y eso no es inmediato.
La otra gran apuesta es local. El Comac C919, diseñado y ensamblado en China, está pensado para competir directamente con el Boeing 737 MAX y el Airbus A320. Ofrece capacidad para entre 158 y 192 pasajeros y una autonomía máxima de 4.075 a 5.555 km. A día de hoy, su despliegue es limitado, pero el contexto actual podría acelerar su adopción en rutas regionales.
La incertidumbre reina en ambos lados del Pacífico. Desde Estados Unidos, Trump ha afirmado que “China quiere llegar a un acuerdo. El problema es que no tienen del todo claro cómo hacerlo”. Desde Pekín, en cambio, no muestran intención de dar marcha atrás. Afirman que elevar los aranceles más allá del 125% sería “una broma”, dando a entender que un mayor castigo no supondría un daño adicional.
Como se puede observar, el conflicto sigue escalando, dejando a la industria aeronáutica en medio del fuego cruzado de dos potencias que cada vez más emplean sus cadenas de suministro como herramienta de negociación. Aunque los efectos en el largo plazo están por determinarse, el impacto inmediato ya comienza a ser evidente. Queda esperar si se materializará algún tipo de acuerdo que pudiera aliviar, o al menos reducir, estas nuevas barreras internacionales.
Imágenes | Andrew Dawes | KUA YUE | David Syphers
Deja una respuesta