Una de las características más intrigantes de la lengua japonesa es su habilidad para encapsular conceptos complejos en una única palabra, que para los occidentales podría requerir una elaborada explicación. Un ejemplo reciente de esto es la expresión «butsukari otoko», que traduce literalmente como «hombres que embisten a mujeres». Pasemos a explicar este fenómeno.
Violencia en espacios concurridos. Según un informe del Japan Times, en Japón ha surgido una problemática alarmante en trenes y estaciones saturadas: ciertos hombres, conocidos como ぶつかり男 o butsukari otoko («hombres que embisten»), han comenzado a atacar deliberadamente a mujeres en estos espacios, utilizando su cuerpo para empujar en estaciones y escaleras.
Estos agresores, en su mayoría llamados chūnen dansei («hombres de mediana edad»), han sido grabados numerosas veces embistiendo, dando codazos e incluso propinando golpes más severos como puñetazos y patadas. Desde 2018, videos de estos incidentes circulan en redes sociales, señalando la gravedad del problema y mostrando que las principales víctimas son mujeres, especialmente embarazadas y personas con cochecitos de bebé.
Motivos detrás del comportamiento. Los especialistas sugieren que estos ataques son una forma de sutoresu kaishō («liberación de estrés») de los agresores, quienes eligen a víctimas más pequeñas o consideradas vulnerables. Algunos atacan en silencio, mientras que otros acompañan sus acciones con frases como «Jama nanda yo» (“Estás en mi camino”) o «Doke yo» (“Muévete”).
Además de estos actos físicos, existe el problema de los dokanai ojisan (“hombres que no se mueven”), quienes obstruyen espacios y no ceden el paso, incluso en áreas designadas como prioridad.
Ausencia de terminología equivalente para mujeres. Aunque hay términos específicos para hombres agresivos en el transporte público, no hay equivalentes para mujeres con conductas similares. Se ha propuesto el término neutro butsukari kata, pero su uso no es común.
En respuesta a estas situaciones, se suele decir Sumimasen (“Disculpe”), aunque en ocasiones frases como Tōrimasu (“Voy a pasar”) o Tōshite kudasai (“Por favor, déjeme pasar”) pueden ser más apropiadas. Frente a un butsukari otoko, podría ser necesario algo más firme como Doite kudasai (“Por favor, muévase”).
Reacciones ante un ataque. Según el Japan Times, si el empujón es intencional, una reacción común puede ser gritar Itai (“¡Me ha hecho daño!”) o Abunai (“¡Cuidado!”). Sin embargo, se recomienda evitar respuestas agresivas como Fuzakeruna (“¡Déjate de tonterías!”) o Nan’nano (“¿Cuál es su problema?”), para no empeorar la situación.
En casos severos, se aconseja usar el sentido común: pedir ayuda diciendo Tasukete kudasai (“¡Ayuda, por favor!”) y, si es necesario, presentar una denuncia por daños.
Implicaciones legales para los Butsukari. Las empresas ferroviarias han señalado que estas agresiones son consideradas Meiwaku kōi (“conductas molestas”), junto con otras acciones disruptivas como usar el móvil caminando, que pueden derivar en delitos más graves. Las víctimas deben denunciar de inmediato a la policía, ya que algunos Butsukari son reincidentes. Además, se recomienda, si es posible, tomar fotos del agresor.
Finalmente, el artículo del Japan Times destaca que en estaciones y trenes, otros grupos vulnerables también enfrentan desafíos. Las personas en sillas de ruedas pueden ser víctimas de quienes se cuelan en las filas, especialmente en ascensores. La recomendación es usar frases como Norimasu (“Voy a subir”) o Orimasu (“Voy a bajar”) para facilitar el paso. Además, si se observa a alguien con dificultades, frases como Tōshite agete kudasai (“Por favor, déjenle pasar”) o Doite agete kudasai (“Por favor, háganse a un lado”) pueden ser útiles.
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