Este miércoles 12 de marzo, el Gobierno canadiense reveló su decisión de implementar medidas comerciales en represalia contra Estados Unidos, después de que la administración del presidente Donald Trump decidiera imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio.
A partir del jueves, Canadá establecerá un arancel del 25% sobre productos estadounidenses valorados en 29,800 millones de dólares canadienses ($20,700 millones), según anunciaron los ministros de Finanzas, Dominic LeBlanc; de Exteriores, Mélanie Joly; y de Industria, Francois-Philippe Champagne.
Mark Carney, futuro primer ministro y político de orientación liberal, expresó su disposición a dialogar con Trump para intentar reducir la escalada de estas medidas.
El martes a medianoche, Estados Unidos inició la aplicación de estos aranceles a las importaciones de acero y aluminio a nivel mundial, en adición a los gravámenes que el Gobierno estadounidense estableció la semana previa sobre productos canadienses fuera del tratado T-MEC.
En una conferencia de prensa, LeBlanc indicó que las represalias canadienses se dirigen a 12,600 millones de dólares canadienses en importaciones de acero desde Estados Unidos. Además, los gravámenes afectarán a 14,200 millones de dólares canadienses en productos como herramientas, equipos deportivos, computadoras y artículos de hierro.
Estos nuevos aranceles se añaden a los que Canadá ya había implementado desde inicios de marzo sobre 30,000 millones de dólares canadienses en productos estadounidenses, incluyendo bebidas alcohólicas, jugo de naranja y electrodomésticos.
En total, Canadá aplica actualmente un arancel del 25% a cerca de 60,000 millones de dólares canadienses en importaciones desde EE.UU.
LeBlanc dejó en claro que el Gobierno canadiense está en posición de imponer aranceles adicionales como respuesta a las acciones de la Administración Trump.
“Nuestro Gobierno seguirá trabajando incansablemente para persuadir a la administración Trump de que elimine definitivamente estos aranceles absolutamente injustificados”, afirmó LeBlanc.
La ministra de Exteriores, Mélanie Joly, señaló que “esta será una lucha constante” y anunció que durante la cumbre de ministros del G-7 en Charlevoix, discutirá el conflicto comercial en cada conversación con el secretario de Estado de Trump, Marco Rubio.
“En todas las reuniones, abordaré el asunto de los aranceles para coordinar nuestra respuesta con los europeos y ejercer presión sobre EE.UU. Esto trasciende lo económico; se trata del futuro de nuestro país. La soberanía e identidad canadienses no son negociables”, agregó.
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