China está en una cruzada para aumentar su tasa de natalidad. Con tal propósito, el gobierno ha adoptado el papel de un celestino, similar a un coach sentimental. Hace no tanto tiempo, PekÃn se preocupaba por controlar la natalidad; sin embargo, bajo el liderazgo de Xi Jinping, se ha implementado una serie de estrategias para fomentar el matrimonio y el aumento de nacimientos, en un intento por revertir el preocupante descenso de la población.
El nacimiento de nuevos ciudadanos no es solo un aspecto demográfico, sino también un pilar de desarrollo social y económico.
Impulsar la natalidad como prioridad. La intención del gobierno chino de elevar la natalidad no es novedosa. Más de dos años atrás, Xi Jinping ya habÃa anunciado un plan nacional para combatir el envejecimiento demográfico y promover los nacimientos. Desde entonces, incluso antes, PekÃn ha tomado medidas significativas: abandonó la polÃtica del «hijo único», flexibilizó sus normas demográficas, cesó las adopciones internacionales y comenzó a ofrecer subsidios a nuevos padres.
El gobierno fomenta el matrimonio. La dedicación de PekÃn a resolver la crisis de natalidad se ha convertido en una de sus prioridades más grandes. La variedad de tácticas que está dispuesto a implementar para superar este problema es impresionante. El Financial Times destacó recientemente cómo el gobierno chino está usando todos los recursos a su disposición para alentar los matrimonios y la procreación.
Esto no es una exageración. Entre las acciones introducidas por el gobierno están las campañas para ayudar a los solteros a encontrar pareja, abordando el tema en universidades y medios estatales, ofreciendo incentivos económicos y beneficios fiscales para padres. Incluso se ha llegado a contactar directamente a mujeres casadas para preguntarles sobre sus planes de maternidad.
Cursos y tratamientos para un parto sin dolor. Hay dos iniciativas en particular que demuestran hasta dónde está dispuesto a ir el gobierno de Xi Jinping en su esfuerzo por incrementar la natalidad. La primera, de la que ya se ha hablado, se enfoca en el parto. La provincia de Hainan ha decidido incluir los costos de tratamientos «anti dolor» en la cobertura estatal, parte de un esfuerzo más amplio por hacer que el paÃs sea «amigable con la natalidad».
La segunda iniciativa, revelada recientemente, implica promover la educación matrimonial entre los universitarios. Según la Comisión Nacional de Salud, la idea es organizar «cursos de educación sobre el matrimonio y el amor» para ayudar a los estudiantes solteros a encontrar pareja.
«Las universidades son un lugar clave para que los estudiantes se enamoren», señala la comisión. Puede parecer inusual, pero como recuerda el Financial Times, la estrategia está bien fundamentada: encuestas indican que más de la mitad de los estudiantes (57%) no consideran entablar una relación debido a su carga de trabajo.
Un arsenal de polÃticas. En ausencia de una estrategia única, PekÃn ha lanzado varias. Un total de 13 polÃticas han sido recogidas en una directiva del Consejo de Estado para «apoyar la natalidad» y «crear una sociedad más propicia para la crianza de hijos». Estas medidas incluyen apoyo al parto, una red de cuidado infantil ampliada, polÃticas dirigidas a mejorar la educación, la vivienda y el empleo, además de fomentar un entorno social favorable al parto.
Campaña mediática. PekÃn busca proporcionar mayor flexibilidad a las parejas que consideren tener hijos, mejorar la asistencia pediátrica, ofrecer educación sanitaria a adolescentes, y facilitar tratamientos «anti dolor» y de reproducción asistida. Este enfoque ha sido ampliamente difundido por medios estatales como Xinhua, Global Times o People´s Daily.
El Financial Times señala que los medios controlados por el gobierno chino han estado realizando una intensa campaña para promover las ventajas de dar a luz. Medios como People´s Daily o Life Times han publicado artÃculos que destacan los beneficios de la maternidad para la salud de las mujeres, e incluso cómo puede ayudar a prevenir enfermedades.
La gravedad del problema. Las estadÃsticas son contundentes. Informes de organismos internacionales muestran que China ha cesado de crecer y su tasa de natalidad sigue en descenso. En 2023, China perdió casi 2,1 millones de habitantes, registrando poco más de nueve millones de nacimientos, el número más bajo desde que existen registros. En 2022, también perdió población, siendo este el primer descenso en más de seis décadas.
«Desde 2022, China ha entrado en una fase de declive poblacional, en la que las personas de 65 años o más representan más del 14% de la población, lo que indica una sociedad moderadamente envejecida», destacaba una publicación de Xinhua en otoño. La proyección es que para 2033 haya más de 400 millones de personas mayores de 60 años y para 2050 serán 500 millones, casi un 35% de la población, planteando un gran desafÃo económico y para el sistema de pensiones.
Otras experiencias en Asia. China no es el único paÃs asiático que ha adoptado estas medidas para fomentar la natalidad. En Corea del Sur, las autoridades locales han considerado implementar un programa de citas para contrarrestar su prolongada crisis de natalidad. Japón también exploró el uso de inteligencia artificial para emparejar parejas.
La gran cuestión es si estas polÃticas, como las impulsadas por Tokio, Seúl o PekÃn, pueden efectivamente frenar o revertir su declive poblacional. No todos están convencidos. Wang Feng, experto en demografÃa china de la Universidad de California en Irvine, comentó al Financial Times que las autoridades están usando la misma «estrategia de poder administrativo» que se aplicó durante la polÃtica del hijo único. La incógnita es si estas directrices lograrán redibujar la pirámide poblacional y evitar un futuro envejecido para el paÃs.
Imágenes | Quan Jing (Unsplash), Gigi (Unsplash) y Our World in Data
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