Lejos de alcanzar el nivel de una esfera de Dyson, China está decidida a llevar a cabo la construcción de una importante estación de energÃa solar en órbita terrestre. Se trata de un concepto más accesible que el soñado en décadas pasadas, que fue descartado por la NASA en los años 70-80 debido a su alto coste.
Con el cambio de era hacia energÃas renovables, China, famosa por adoptar tecnologÃas extranjeras para sus propios fines, está desarrollando un cohete gigante reutilizable conocido como CZ-9. La Academia China de IngenierÃa (CAE) planea usar este cohete en el futuro para montar una gran estación solar a 36.000 km de la Tierra.
En 2013, el anuncio de China de investigar las estaciones de energÃa solar espacial fue recibido con escepticismo, considerándose un estudio teórico más, al igual que las iniciativas de NASA, JAXA y ESA. Sin embargo, China ha sorprendido al mundo con una agenda ambiciosa que ha tomado desprevenidos a otros paÃses.
El primer prototipo chino, una central de 500 kW, se espera en 2030. Para 2035, se proyecta una versión operativa de 20 MW, y para 2050, una estación final de 2 GW.
Este proyecto es un desafÃo considerable dado que la tecnologÃa no ha sido aplicada previamente a gran escala. Requerirá posiblemente cientos de lanzamientos y el ensamblaje de miles de paneles solares en órbita geoestacionaria. La viabilidad económica dependerá de que el cohete CZ-9 sea plenamente reutilizable.
A Long Lehao, experto en cohetes de la CAE, comparó la magnitud del proyecto con trasladar la presa de las Tres Gargantas a órbita geoestacionaria.
Antes de eso, pequeños demostradores de la futura estación solar espacial deben ser puestos en órbita. China ya realizó pruebas con globos aerostáticos y está levantando una estación receptora en Chongqing.
Para 2026, la Academia China de TecnologÃa Espacial (CAST) prevé desplegar paneles solares de 10 kW para probar la transmisión inalámbrica de energÃa, intentando transmitir 1 kW mediante láser y hasta 4 kW con microondas, tanto a la estación receptora en la Tierra como a un satélite próximo.
Funcionamiento previsto de la estación solar espacial de China
Los detalles técnicos sobre la granja de paneles solares que China planea desplegar en órbita geoestacionaria son escasos. Sin embargo, se han propuesto tres conceptos prometedores:
- En 2014, CAST sugirió una estación de 11,8 km con una antena circular de 1 km, luego adaptada a un diseño modular más sencillo de ensamblar, aunque con la desventaja de un haz rectangular.
- Ese año, la Universidad Xidian propuso una estación esférica de 8 a 10 km, utilizando paneles semirreflectantes para concentrar la luz.
- En 2016, la Universidad Aeroespacial de Shenyang propuso un diseño cilÃndrico que refracta la luz hacia los paneles internos, simplificando el seguimiento solar.
Estos conceptos giran como girasoles hacia el Sol, capturando energÃa solar constante para transmitirla a la Tierra mediante haces de láser o microondas hacia antenas receptoras, convirtiéndola de nuevo en electricidad para almacenaje o uso en la red.
La transferencia inalámbrica se basa en el principio de interferencia de ondas, similar a las ondas en un estanque. Las ondas coordinadas amplifican la energÃa en una dirección especÃfica, permitiendo dirigir los haces energéticos.
Como una lupa concentra la luz, se ajusta la sincronización de las fuentes para enfocar energÃa en un área concreta, como una antena terrestre, permitiendo un control de dirección rápido y preciso.
En órbita geoestacionaria, los paneles solares trabajan constantemente con alta eficiencia de conversión. No obstante, su implementación sigue siendo un reto debido a su complejidad y las interrogantes sobre la seguridad y eficiencia de la transmisión inalámbrica.
China pretende liderar la carrera por la energÃa solar en el espacio, al igual que lo hace en energÃa fotovoltaica en la Tierra. Japón logró en 2015 transmitir 1,8 kW de potencia vÃa microondas a 50 metros, y sigue investigando junto a Europa, EE.UU. y algunas empresas privadas.
Imágenes | Concepto de John C. Mankins, estación receptora en China
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