El presidente de China, líder de una de las potencias más influyentes a nivel global, cuenta con un sofisticado operativo de seguridad cada vez que se embarca en una misión diplomática internacional. Este despliegue abarca desde su traslado hasta su protección personal, asegurando que cada visita transcurra con la máxima seguridad y eficiencia.
En los trayectos más exigentes, China recurre a una escuadra de Boeing 747. Según el portal Simple Flying, mientras un avión transporta a Xi Jinping, otro lleva a su séquito, y un tercero se destina al cargamento, incluyendo el vehículo presidencial. Este plan operativo es similar al que Estados Unidos implementa en sus viajes oficiales.
La Elección de Boeing por Parte de China y Estados Unidos
Pese a los retos actuales de Boeing, la compañía ha producido algunos de los aviones más conocidos del mundo, como el Boeing 747, en operación desde 1970 y aún aclamado en la industria aeronáutica. Tanto China como Estados Unidos han seleccionado este modelo para trasladar a sus líderes, consolidándolo como un elemento esencial en los viajes internacionales.
Donald Trump dispone de dos Boeing 747-200B (VC-25), aviones que han operado desde los años 90. Estas aeronaves han sufrido exhaustivas reformas para funcionar como verdaderos centros de comando en el aire, equipados con suites privadas, oficinas, salas de reuniones, y sistemas de comunicación y defensa de última generación para ofrecer seguridad al más alto nivel.
Xi Jinping viaja en un Boeing 747-8, una versión más avanzada que la utilizada por el presidente de Estados Unidos. Este avión fue entregado en 2014, pero no fue hasta 2016 cuando se adaptó con la configuración VVIP, personalizada para el transporte presidencial. Sin embargo, los detalles sobre estas modificaciones son escasos.
Si bien el Boeing 747-8 ostenta el logo de Air China, su uso está dedicado exclusivamente a Xi Jinping, operando como su centro aéreo de comando. Además, el gobierno chino puede pedir a su aerolínea estatal que ofrezca aviones comerciales para misiones oficiales cuando sea necesario.
Para el transporte del personal, China utiliza otro Boeing 747-8 y un Boeing 747-400 para tareas logísticas. Este último transporta la Hongqi N701, la limusina blindada de Xi Jinping, equivalente a “The Beast” estadounidense, que se transporta en un C-17 Globemaster III, un avión de carga diseñado por Boeing.
Aunque no se ha confirmado un plan de sustitución, China podría cambiar su avión presidencial Boeing por un modelo de producción nacional. El país ha desarrollado el COMAC C919, un avión de fuselaje estrecho, y trabaja en el C929, que podría convertirse en un potencial reemplazo.
Por su parte, Estados Unidos ha intentado durante años reemplazar sus viejos Boeing 747-200B presidenciales por Boeing 747-8, pero el proceso ha enfrentado múltiples retrasos. En vista de esto, Blake Scholl, CEO de Boom Supersonic, ha propuesto que la Casa Blanca considere una versión especial del Overture, su avión supersónico en desarrollo, como el futuro avión presidencial.
Imágenes | Hugo LUC | United States Air Force | Asuspine
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