Recientemente, asistimos a la presentación del nuevo Ford Capri. Este modelo ha sido reinventado como un coche eléctrico y estábamos ansiosos por ponerlo a prueba.
Desafortunadamente, no habréis leÃdo el artÃculo porque, debido a las condiciones climáticas, apenas pudimos conducirlo adecuadamente. Justo al poco tiempo de iniciar la prueba, comenzó a nevar inesperadamente. Con neumáticos inadecuados y en medio de un puerto de montaña, nos vimos obligados a regresar, reconociendo que no era el mejor momento para realizar pruebas.
Afortunadamente, no hubo daños ni problemas, aunque la situación fue complicada. Esto es lo que aprendimos de aquella experiencia.
Lecciones Aprendidas el DÃa que la Nieve Nos Sorprendió
Lo primero, y aunque parezca obvio, es importante: planifica tu viaje. Aunque hagas el mismo recorrido cada fin de semana, revisa el pronóstico del tiempo antes de salir.
Recientemente, muchas personas se encontraron atrapadas en la nieve en su camino hacia Madrid, tanto en la carretera A-2 de Guadalajara y Soria, como en zonas montañosas sin la preparación adecuada.
Normalmente, se emiten avisos de temporal, siendo raras las ocasiones en que una nevada te sorprenda totalmente desprevenido. Esto fue lo que nos ocurrió en el puerto de Navacerrada; aunque nevó más de lo esperado, sabÃamos que existÃa la posibilidad y podrÃamos haber ajustado nuestro plan.
No te ConfÃes
Una nevada puede alterar significativamente las condiciones de la carretera en apenas unos minutos. Eso fue exactamente lo que nos pasó. Al principio, la nieve se mezclaba con la lluvia, pero en cuestión de 15 minutos, cubrió por completo la carretera.
El suelo estaba mojado por la lluvia, y las bajas temperaturas provocaron que el asfalto comenzara a congelarse, complicando aún más la situación. Era momento de actuar con cautela.
Precaución
La primera señal de peligrosidad la percibimos en una curva. Avanzábamos lentamente cuando, al tocar ligeramente el freno sobre una lÃnea blanca, la adherencia se perdió momentáneamente llevándonos al borde derecho de la vÃa. HabÃamos pisado una placa de hielo.
Desde ese punto, la prioridad fue conducir con extremo cuidado. Mantuvimos una velocidad baja y evitamos las lÃneas blancas, ya que facilitan la pérdida de tracción.
Suavidad
DebÃamos ser precisos al manejar, pero sobre todo, actuar con suavidad. Si perdemos tracción y el coche comienza a deslizar, es importante contravolantear de manera muy suave. Un movimiento brusco podrÃa tener el efecto contrario y hacernos perder el control.
El acelerador debe usarse con ligera presión, manteniendo velocidades bajas. Si se pierde tracción, es necesario levantar el pie suavemente y volver a acelerar cuando retomemos el control. Un contravolante brusco o un frenado repentino podrÃan hacernos salir de la carretera.
Igualmente, el freno debe usarse con cuidado. Frenar de golpe puede hacernos seguir recto contra un obstáculo debido a la pérdida de tracción.
Elección Adecuada
Es recomendable usar marchas largas y aprovechar la frenada regenerativa. En coches manuales, las marchas largas y bajas velocidades permiten suavizar las reacciones del vehÃculo y reducir el riesgo de perder el control.
En coches automáticos, es ideal forzar el uso de relaciones largas, y si el vehÃculo tiene frenada regenerativa, utilizarla al máximo. Esto obliga a un uso más suave del acelerador y reduce la necesidad de frenar bruscamente.
Mira Adelante
Conduce a baja velocidad pero siempre atento a lo que viene delante. En descensos por puertos montañosos, abarca más allá del carril cuando sea seguro, para aprovechar más asfalto al trazar curvas cerradas.
En giros cerrados, anticipa la trazada y vuelve al vértice paulatinamente, siempre asegurándote de que no hay tráfico en dirección contraria. Es esencial mirar siempre a lo lejos para anticipar cualquier situación.
Lo que Hicimos Bien
Aunque la nieve nos sorprendió, tomamos decisiones acertadas que vale la pena señalar.
Cuando la nevada se intensificó, aún nos quedaban cinco kilómetros para llegar al punto más alto del puerto de Navacerrada en Madrid. La carretera ya era complicada, y no sabÃamos cómo estarÃa el otro lado del puerto. La elección sensata fue darnos la vuelta en cuanto pudimos. No valÃa la pena arriesgarse.
Comenzamos el descenso con paciencia, aplicando todo lo aprendido. La calma y la paciencia son tus mejores aliadas en situaciones difÃciles.
Es crucial saber cuándo retirarse. Consideramos otras rutas para llegar a nuestro destino, pero ninguna nos ofrecÃa garantÃas suficientes. Lo mejor fue regresar y terminar el dÃa.
Si estás en un viaje personal y te encuentras en una situación similar, lo recomendable es detenerse en el primer lugar seguro y cálido, esperando a que las condiciones mejoren. Es preferible llegar tarde que arriesgarse a un accidente, que puede ser costoso y, lo más importante, evitar cualquier daño fÃsico.
Conducir en nieve y hielo requiere paciencia, calma y serenidad.
Fotos | Xataka
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