En Córdoba, realizar obras implica siempre un riesgo. En varias ciudades españolas, es común encontrar vestigios antiguos durante excavaciones, como lo ocurrido bajo la Puerta del Sol o en el yacimiento de Huerta de Otero en Mérida. Sin embargo, lo que acontece en Córdoba destaca aún más. Bajo el trazado de una futura carretera crucial, han emergido ruinas cristianas que podrían cambiar la historia conocida de la ciudad.
Este hallazgo no es un descubrimiento arqueológico ordinario; podría ofrecer una perspectiva única sobre la coexistencia de cristianos y musulmanes en la Córdoba islámica.
Proyecto ambicioso. La Ronda Norte de Córdoba busca completar la circunvalación de la ciudad. Este ambicioso proyecto ha ido avanzando por fases y ha suscitado controversia, en parte debido a las preocupaciones de los vecinos por el ruido del tráfico. Durante las excavaciones preventivas, según reporta Cordópolis, se toparon con un conjunto de estructuras del siglo VIII, lo que ha supuesto un nuevo obstáculo en el proceso.
Este descubrimiento resulta crucial, pues podría ofrecer nuevas luces sobre los primeros tiempos de la dominación islámica en Córdoba.
Un legado por descubrir. Aunque hoy Córdoba es una ciudad extensa, la Córdoba islámica era incluso mayor. A lo largo de los siglos, la expansión urbana ha construido sobre los cimientos del pasado. La Mezquita de Córdoba es un notable ejemplo de esta superposición de eras, construida en fases sobre lo existente.
Las obras a menudo revelan restos de barrios islámicos, pero lo que hace especial a este nuevo hallazgo es su culto cristiano. Debido a la islamización progresiva, estos lugares de culto se trasladaron a las periferias de la ciudad.
Rastros del pasado. Según relata Alberto León, profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba en Cordópolis, existían registros sobre la destrucción de templos cristianos en los albores del siglo VIII. Más tarde, con el «pacto» de Abderramán, surgió la coexistencia de cultos. Sin embargo, rara vez se encuentran restos de esas construcciones mozárabes.
Es por ello que el complejo hallado bajo la futura Ronda Norte resulta tan significativo. Incluye muros de tapial y una alberca de 50 metros. Los arqueólogos han estado investigando el sitio desde el año pasado, y sugieren que podría tratarse de un edificio monástico, probablemente con áreas separadas para hombres y mujeres, con un claustro de columnas alrededor de un patio, y la alberca podría haber sido un baptisterio.
La enigma de la basílica. Ángel Ventura, profesor en la Universidad de Córdoba, también investigando el complejo, propone en Diario Córdoba que las ruinas podrían pertenecer a una basílica dedicada a Santa Eulalia de Mérida. Esta mártir fue de gran relevancia para el culto en la ciudad, y había documentos insinuando la existencia de su basílica, que hasta ahora no había sido localizada.
Un hallazgo clave. Este descubrimiento no solo enriquecerá nuestro entendimiento sobre la coexistencia de cristianos y musulmanes, sino que, como señala Alberto León, “es uno de los dos ejemplos de existencia de un complejo de culto cristiano en barrios islámicos”. Los investigadores continúan explorando el lugar para precisar su función, cronología, y el momento de su abandono, formulando teorías sobre la convivencia en la ciudad.
Está claro que podría haber habido más complejos similares en los suburbios. Futuras excavaciones podrían aportar más información sobre esta singular época de convivencia religiosa en la Córdoba islámica. No obstante, es un hecho que la obra de la carretera podría necesitar ser retrasada o replanteada para estudiar adecuadamente este significativo descubrimiento.
Imagen | Toni Castillo Quero, Dolores Mª Macías Naranjo
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