Corea del Norte ha trazado un plan económico ambicioso para el 2025, buscando abrir sus puertas al mundo de manera moderada. ¿Hasta qué punto se abrirá? Esto dependerá tanto de la disposición del paÃs como de la reacción internacional y de qué tan atractivo sea para los turistas. En este contexto, Wonsan será fundamental para esta expansión. Para los habitantes locales, también hay una novedad significativa: la creación de un mega distrito en la capital que, sin embargo, no estará al alcance de todos.
Hwasong: el misterio detrás de la nueva urbanización. Con orgullo, Corea del Norte ha presentado su nuevo distrito residencial en Pyongyang, compuesto por 10,000 viviendas. Este desarrollo, que evoca el icónico Manhattan, refleja tanto el despliegue propagandÃstico del régimen como sus contradicciones internas. Ubicado en Hwasong, este nuevo barrio está lleno de rascacielos y anchas avenidas, y ha sido mostrado por la agencia estatal KCNA como una señal del compromiso de Kim Jong Un con la mejora del nivel de vida en la ciudad.
La apertura oficial está prevista para el 15 de abril, fecha que coincide con el natalicio de Kim Il Sung, fundador del paÃs y abuelo del actual lÃder. Esta urbanización forma parte de un plan quinquenal lanzado en 2021, que busca edificar 50,000 apartamentos en la capital en un intento por renovar las infraestructuras de un paÃs marcado por la pobreza, el aislamiento internacional y una economÃa tambaleante.
Lujo aparente, incógnitas ocultas. A pesar de las imágenes de modernos edificios y arquitectura impactante, que incluyen dos torres conectadas por un puente elevado, la realidad puede diferir del lujo percibido. Según un exhaustivo reporte de CNN, los residentes de pisos altos enfrentan problemas debido a frecuentes cortes de energÃa que dejan los ascensores fuera de servicio.
Esta situación lleva a una asignación de viviendas basada en la edad: los jóvenes viven en los pisos superiores mientras que los mayores ocupan los niveles bajos. Esta organización es un reflejo de cómo las deficiencias estructurales se esconden tras una fachada de modernización urbana. Aunque Pyongyang ostenta mejores condiciones que otras partes del paÃs, las áreas rurales y ciudades mineras continúan sufriendo precariedad con limitado acceso a servicios esenciales como electricidad y agua potable.
El nuevo distrito en Hwasong
Iniciativa de modernización. El proyecto de Hwasong se suma a iniciativas previas como Mirae Scientists Street y Songhwa Street, esta última conocida por contar con la segunda torre más alta del paÃs, terminada en 2022. Estos proyectos buscan proyectar una imagen renovada de Corea del Norte, al mismo tiempo que refuerzan el culto a la personalidad de Kim Jong Un.
Según la prensa estatal, el lÃder ha participado activamente en el diseño y planificación del nuevo distrito, perpetuando la narrativa del régimen que vincula cada logro a su liderazgo personal. Además, las viviendas se asignan por el gobierno a individuos leales al régimen o estratégicamente importantes, como cientÃficos, ingenieros o miembros del partido.
Persistente desigualdad. Un estudio del Instituto Surcoreano de IngenierÃa Civil y TecnologÃa de la Construcción estima que en Corea del Norte solo hay viviendas suficientes para el 70% al 80% de los hogares. Fuera de Pyongyang, la situación es crÃtica. A pesar de los nuevos proyectos en áreas mineras y rurales, estos se construyen mediante trabajo forzoso de soldados y civiles, en condiciones duras y sin una compensación justa.
El Ejército Popular de Corea, impulsor principal de estas construcciones, no solo participa por la envergadura de las obras, sino también por razones ideológicas: cada edificio sirve como pieza de propaganda que refuerza la imagen del Estado como modernizador.
Fachada de vidrio. Aunque el régimen alardea de la velocidad con la que construye rascacielos (como el caso del edificio de 70 plantas en Ryomyong New Town, finalizado en solo 74 dÃas), hay preocupaciones sobre la calidad de los materiales y la supervisión técnica.
En 2014, el colapso de un edificio en Pyongyang, que se rumoreaba alojaba a decenas de familias, evidenció los riesgos de una construcción acelerada sin controles adecuados. La prensa estatal culpó a una «supervisión irresponsable», sin revelar cifras de vÃctimas ni asumir responsabilidades claras en un paÃs donde la transparencia es casi inexistente.
Construcción militarizada. El aparato militar es una parte esencial de estos desarrollos. Con más de un millón de soldados en activo y un sistema de servicio militar obligatorio de al menos diez años desde los 17 años, la mano de obra estatal es el motor principal de estas actividades.
Después del servicio, los ex soldados suelen integrarse en fuerzas paramilitares civiles, consolidando un sistema en el que la población se mantiene bajo control estatal a través de estructuras de obediencia militar. Por tanto, la urbanización no solo responde a necesidades de vivienda, sino también a mecanismos de vigilancia y control social.
Reapertura controlada. La inauguración del distrito de Hwasong coincide con los primeros pasos de Corea del Norte hacia una reapertura controlada tras más de cinco años de cierre por la pandemia. Aunque la capital ha sido mayormente inaccesible, en 2024 se permitió la entrada de un pequeño grupo de turistas rusos.
Otro grupo extranjero solo tuvo acceso a Rason, una zona económica especial cercana a China y Rusia. Este contexto de reapertura tÃmida sirve también para exhibir logros internos como el nuevo distrito, cuyo valor simbólico supera el beneficio directo que podrÃa tener para la población norcoreana.
En este sentido, Hwasong no es solo un distrito residencial, sino un sÃmbolo de cómo Corea del Norte intenta proyectar modernidad, mientras detrás de sus estructuras persisten la escasez, el control y la desigualdad estructural.
Imagen | KCNA
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